Allá por el año 2016 aterrizó las librerías una novela escrita por Ian McGuire titulada La sangre helada. Llegaron a mis oídos una serie de buenas críticas de esta historia alrededor de un médico, veterano de la rebelión de los cipayos en la India y del asedio a Delhi del año 1857. Años después se enrola en un ballenero que dirige sus cacerías hacía los mares del norte, cerca del Ártico. Sin saberlo, se verá mezclado en los planes del armador del barco que, mediante la ayuda del capitán y el contramaestre, pretenden hundir la nave para cobrar del seguro contratado. Sin embargo, la presencia de un oscuro y sanguinario arponero, complica estos planes y la supervivencia de la propia tripulación.
La serie ha sido producida por la siempre eficiente BBC y consta de seis capítulos. En el papel del complejo y atormentado personaje del médico encontramos a un sorprendente Jack O´Donnel, a quien acompaña en el papel del arponero un casi irreconocible, Collin Farrell, espectacular en su interpretación. Además encontramos en el plantel a buenos secundarios como Stephen Graham, Tom Courtenay, Sam Spruell y Peter Mullan. Desde luego, la producción goza de una calidad sobresaliente en su ambientación y esfuerzo por acercar al espectador a la dura vida de los puertos navieros, la convivencia terrible en los balleneros nauseabundos y las difíciles condiciones del invierno ártico. Estos factores ya ponen a la serie en un nivel muy alto, al estilo de la producción también británica The Terror.
Respecto a la trama tengo que llamar la atención en el perfil del protagonista enmarcado en los clásicos personajes de las novelas de Joseph Conrad. El pasado del médico, marcado por los actos cometidos en el asedio y saqueo de Delhi, le lleva hasta el ballenero en un viaje salpicado de pesadillas, la adicción a los opiaceos y el encuentro con el personaje de Drax, un asesino y demente personaje. En ese viaje, el protagonista evolucionará desde su estado atormentado en un trasunto de infierno personal, hasta su lucha por sobrevivir en un espacio de violencia y, posteriormente, de extrema climatología, en un andar por escapar de sus propios infiernos y de la situación creada a su alrededor. Los pilares dramáticos de la serie y entiendo, también de la novela, beben de personajes como Lord Jim o el propio protagonista de El Corazón de las tinieblas, ambas ilustres obras de Conrad. Y todo ello servido al espectador a fuego lento, en una caminar por la historia en una continua tensión, en la que el médico se rodea de los más infame y despiadado que se puede encontrar en los pocos metros cuadrados de convivencia del ballenero. Será después, ya en la inmensidad del infinito paisaje helado del Ártico, cuando esa evolución le llevará hasta las mismas puertas del infierno, para luego, en su búsqueda de la supervivencia, atisbar un camino de salida de aquel terrible y hostil escenario.
En definitiva estamos ante una serie muy recomendable por su profunda trama humana, por la ambientación y por un sobresaliente conjunto de actores, los cuales realizan unas impecables interpretaciones de una serie de personajes oscuros, con terribles dilemas morales y pendientes de un hilo en cuanto a su supervivencia, siempre al filo de la navaja. Gran trabajo en la dirección de los personajes, especialmente en cuanto al médico y al arponero, ambos seres, tan diferentes, pero también parejos en sus conflictos y tensiones vitales, localizados en un oscuro transcurrir por sus vidas. Mientras uno no sabe como desterrar sus terrores del pasado, el otro deja desbordar su ira violentamente a su alrededor, pero ambos trazan un mismo plan: huir hacia lo desconocido, aunque terminarán encontrando destinos muy diferentes.
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