En un documento redactado para el Politburó Soviético, Lavrenti Pavlovich Beria sugirió el fusilamiento de más de veinticinco mil miembros de la élite polaca, tras la invasión de aquel país realizada en 1940. Según el jefe del KGB Alexander Nikolaievich Shelepin, el número de víctimas enterradas en Katyn, Mednoye y Piatijatki fue de alrededor de catorce mil almas. Entre ellos, miles de oficiales del ejército polaco, hombres que formaban parte de la élite del país. Este libro firmado por Thomas Urban, corresponsal en Varsovia, Moscú y Kiev del periódico alemán Süddeuysche Zeitung durante más de veinte años, realiza una somera redacción de la terrorífica y mortal historia de esta matanza, desde los albores de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad. A lo largo de trescientas páginas y dieciséis capítulos, recapitula los ochenta años que han transcurrido entre investigaciones, desmentidos, falsas imputaciones, juicios internacionales y ocultación de documentos, alrededor de uno de los hechos más execrables sucedidos en este guerra, por el juego de engaños y acusaciones realizadas para ocultar y manipular aquellos fusilamientos que marcaron a un país, prácticamente hasta la actualidad.