Durante este pasado verano se ha estrenado en las plataformas televisivas esta miniserie de la mano de Tom McCarthy, director de películas tan interesantes como The visitor, Win win o la imprescindible Spotlight. Cuenta cómo se llevó a cabo la creación del canal de noticias norteamericano Fox News de la mano del ejecutivo de televisión Roger Ailes y su carrera de apoyo al partido republicano, hasta convertirla en en el medio de informativos por cable más visto de los EEUU y más controvertido en la implicación política del país. La serie se centra en su director ejecutivo, mostrando su gran conocimiento de las bases y el pueblo norteamericano, si bien sus decisiones, instrumentos y gestión de la información se basan en la manipulación de las noticias y las críticas extremistas a los demócratas y sus líderes. Pero la miniserie, compuesta de siete capítulos, va más allá, mostrándonos a un personaje obsesivo por el control dela información, como por su falta de ética y su dedicación por el partido republicano. Además, nos muestra el acoso y abusos sexuales realizados a algunas presentadoras, ayudantes y secretarias del canal televisiva, mostrando en pantalla la cara oculta del personaje.
Roger Ailes es un personaje altamente controvertido. Por un lado tanto la serie como su carrera nos muestran a un hombre volcado en su trabajo y en el apoyo total a los conservadores, en vistas a hacer de EEUU un gran país. Por supuesto, para él, el enemigo no solo está en el extranjero sino que el partido demócrata, objetivo de sus ataques y difamaciones. Con todo, su conocimiento del medio televisivo y del pueblo de la norteamérica más profunda, le dieron casi siempre la razón, primero creando un canal solo para los oídos más conservadores y republicanos, lo que llevó a la Fox a ser el canal de informativos de cable del país, y por otro lado, apostando contra todo pronóstico, por el que ahora es el Presidente de los EEUU, Donald Trump. Sin embargo su largo de su carrera en Fox, bajo la presidencia de Rupert Murdoch, según nos muestra la miniserie, esta plagada de mal praxis, manipulaciones, tergiversaciones y desinformación en relación con la guerra de Irak, Barac Obama o Hilary Clinton, entre otras muchas. Ailes era un auténtico creyente de lo que pensaba y creía, en cuanto al país, su liderazgo y el modo de dar información y utilizarla para su propio provecho, como nos traslada el propio Tom McCarthy. Sin embargo su modo de hacer las cosas y su gestión de la empresa, resulta altamente contaminante y manipulador.
Pero hay un asunto que sobrevuela constantemente los capítulos que componen la miniserie. Me refiero a las denuncias que se presentaron contra él por acoso y abusos a componentes de su equipo en la cadena televisiva. Mediante escenas cortadas e intercaladas a lo largo de los capítulos, poco a poco descubrimos su afición por acercarse y manejar a su antojo a guapas mujeres a las que coloca en la Fox, gracias a un juego de abuso nauseabundo por su parte. Mientras él cometía estas tropelías, el creador de la serie nos muestra su contradictorio amor por la familia como núcleo imprescindible para la unión del país. El poder que atesora y el dominio sobre sus colaboradores y empleados le lleva a sentirse intocable... Para él, el dinero lo soluciona todo, y está más allá más allá de la ética, la moral y la verdad.
No tengo más que recomendar esta miniserie. Russell Crowe realiza una espléndida actuación, más allá de servirse del siempre efectivo maquillaje, como sucedió con Christian Bale en su actuación en El vicio del poder, película ligada a la serie que hoy reseño, por los acontecimientos que acontecieron a los EEUU antes y después del ataque a las Torres Gemelas y el uso del poder para manipular la verdad en la búsqueda de un fin partidista y personal. Le acompañan de manera convincente, Naomi Watts, Sienna Miller y Seth MacFarlane entre otros. Su creador Tom McCarthy se desvincula un tanto de la elegancia y delicadeza de su película Spotlight, pero no deja de demostrar a la perfección su conocimiento de la norteamérica actual y su desarrollo político e informativo a lo largo de los últimos veinte años. Interesante por su presentación e interpretaciones, vale la pena atender esta producción y perderse en los perniciosos y oscuros universos de la información partidista y el mundo de las empresas de televisión.
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