"Doctor Star y el Reino de los Mañanas Perdidos"

Hace unos años, el guionista de cómic Jeff Lemire creó, junto a una serie de dibujantes, un nuevo universo de superhéroes, una especie de deconstrucción de los mitos que desde hace años han ocupado el imaginario de los cómics, aportando una nueva visión, personajes y épocas hasta ahora poco exploradas. El tomo que hoy reseño explora el origen de un personaje de este multi universo denominado Black Hammer. Su nombre, Dr. Star. Como las anteriores entregas se publica en nuestro país de la mano de la editorial Astiberri.

Lemire realiza un viaje a los orígenes de este personaje, un científico que en su búsqueda del origen de la energía de las estrellas, se convierte en un centinela del espacio y de nuestro planeta. Mediante una carta escrita a su hijo, el protagonista ahonda en las consecuencias no buscadas de su viaje iniciático a las estrellas. Su estancia en otra dimensión, afectará de manera grave a su vida personal y familiar, provocando en él una acusada interiorización sobre el deber de vigilante, superhéroe y sus obligaciones como esposo y padre de familia. Todo acto tiene consecuencias. Lemire ahonda en todo lo que afecta a una persona que de repente es portador de un poder especial y poderoso y sus derivaciones a su vida familiar, enfocando este cómic en una misiva tan personal como dolorosa en la vida del Dr. Star.

Poco más que añadir sobre un guion profundamente sentido, con el que Lemire quiere desmitificar, de alguna manera, a las figuras de los todo poderosos héroes en su defensa de la paz y de los débiles, frente a lo que todo esto salpica en la vida más íntima y hogareña de los personajes. Le acompaña en el dibujo un interesante Max Fiumara, quien ha sabido aportar ese toque retro al estilo desarrollado en el Universo de Black Hammer, con interesantes composiciones y la creación de algunas páginas y dobles páginas espectaculares. Un acierto en su elección, en la creación de las ambientaciones en las distintas décadas en las que se desarrolla la historia. También me ha gustado mucho el uso del color, en colores mates y con una gama de colores basados en marrones y verdes, con buenos aportes de azules, sin excesos y tonos brillantes, pero muy efectivos. En definitiva, una goce leer esta propuesta diferente, tan humana y sentida.