Todos reconocemos el nombre de John Slattery por su participación como actor en producciones tan conocidas como Spotlight, Destino oculto, La guerra de Charlie Wilson, Banderas de nuestros padres o la ya mítica serie Mad Men. Pero lo que quizás no era tan conocido es que además este actor hace de vez en cuando sus pinitos en la dirección cinematográfica. Sin llamar excesivamente la atención, ha dirigido tres cintas hasta ahora, de las cuales voy a comentar su última dirección realizada en 2023.
En una pequeña comunidad de Nuevo Méjico aparecen asesinadas dos mujeres. Casualmente a ambas les une el casual hecho de que tienen el mismo nombre y apellido. El sheriff encargado de la investigación, junto a su ayudante, tiene que hacer frente a este misterio salpicado de mentiras, falsas pistas, equívocos y una prensa ansiosa por meter las narices donde no le llaman. Mientras sucede todo esto, el sheriff, encarnado por un John Hamm muy acertado, comienza una relación sentimental con una vecina del pueblo, interpretada por Tina Fey. Una relación en la que ambos no terminan de dar el paso necesario para ir más allá, mientras la investigación de los asesinatos complica el día a día de ambos protagonistas.
Una serie de características hacen que esta peli llame mi atención y pase a recomendarla en mi blog. Por un lado, el trabajo de John Hamm encarnando a un sheriff bonachón de pueblo, absolutamente en el extremo contrario del papel que ha interpretado en la quinta temporada de Fargo, donde su personaje es un rastrero, misógino, racista y violento tirano agente de la ley. En esta ocasión, sin embargo, su papel resulta de lo más amable, rozando la timidez, pero siempre mostrando gran interés y perspicacia por resolver los asesinatos que debe investigar. Su interpretación hace que el espectador empatice con su personaje. En segundo lugar, estamos ante un film trufado de humor negro, un thriller donde la traición y el asesinato se acompañan de un punto de comedia simpático y a la vez de tinte sarcástico que aliña muy bien esta producción sin excesivos egos, pero que funciona bien. Y funciona bien debido en parte, al filling que destilan Hamm y Fey en una relación de quiero y no puedo simpática y por momentos enternecedora. A esto podemos añadir el trabajo interpretativo del actor que encarna al ayudante de Hamm, un tal Nick Mohamed, quien aporta comicidad y empatía con lo que le sucede al sheriff, tanto en su vida personal como en la investigación que ambos realizan en el pueblo.
He leído por ahora unas cuantas criticas negativas de esta peli y francamente me dan igual. Yo he disfrutado de su visionado. Sin ser una gran película, en mi opinión es una producción amable, que mezcla comedia y suspense de una manera cercana, sin estridencias y que permite disfrutarla, el que quiera, de ella a lo largo del metraje, sin más ambiciones que entretenerse un rato y sacar alguna que otra sonrisa. Que no es poco.
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