Capital de la región de Toscana, Florencia es una de las bellezas ineludibles de Italia. Cuna del Renacimiento, toda ella destila Historia y Arte. Lástima de la globalización turística y sus aglomeraciones que, junto a Roma y Venecia, sufre sin remedio. Con todo, todavía hay lugares imprescindibles que no entran dentro de las rutas de los guías de batalla y banderita en ristre. Solo hay que tener curiosidad y un poco de interés. Es increíble que, mientras una cola kilométrica rodea el Duomo y una masa informe de gente hace impracticable el Ponte Vecchio, estén absolutamente vacíos lugares tan maravillosos como la Capilla de los Médici, el Convento de San Marcos, la Basílica de Santa Croce o el Museo del Bargello. A mi me da que pensar y mucho... Por eso digo siempre que hay que curiosear en los libros turísticos, pasear sin descanso y perderse en las callejuelas de una ciudad como ésta, para descubrir multitud de rincones imprescindibles, dignos y merecedores de visitar. 
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