Este número de Desperta Ferro Contemporánea de septiembre está dedicado a la famosa y reseñable batalla acontecida a lo largo de casi cinco meses sobre los cielos de Inglaterra durante 1940. Sus páginas describen las características y los hechos que rodearon la gran batalla aérea con la que Hitler quiso sojuzgar a la Isla para procurar una posible invasión, en primer término, y provocar, en todo caso, la derrota moral del pueblo británico. La postura de su primer ministro Winston Churchill, la encomiable labor del mariscal Hugh Dowding, así como la persistencia y el trabajo incansable de los medios terrestres y de los aviadores de los Spitfire y los Hurricane hicieron que este encuentro bélico contra la hasta entonces invencible Luftwaffe, se inclinara a su favor.
El primer artículo plantea cuales eran los planes alemanes a tomar frente a Inglaterra tras sus victorias en Francia y Bélgica. Circunstancias como su intención de la invasión y sus pros y contras, más allá de las auténticas opciones de llevarlo a cabo, pasando por la orden de los bombardeos sobre la isla y los memorándums que se redactaron sobre todos estos asuntos. El segundo artículo se refiere, en líneas generales, a los dos bandos, los aviones empleados, sus mandos y organización, así como las fases en las que se pueden dividir, más o menos, los meses en los que se dio lugar la batalla. Le sigue uno de los artículos más interesantes de este número. En el se detallan las dos tesis que existían en Inglaterra sobre la manera de oponerse a la ofensiva aérea alemana, es decir, las posturas en cuanto a valorar a los bombarderos o los cazas como propuesta principal para la defensa de las islas. Además describe la división de las zonas y bases aéreas, además de sus estrategias, con las que defender territorio inglés. Es aquí donde se muestra la puesta en valor del mariscal Dowding y su teoría sobre la que se fragua la victoria.
Complementan de manera importante a estos artículos dos más, en los que se desarrolla, en primer lugar, el uso del radar en la compleja pero eficacísima estructura de defensa de Inglaterra, y por otro lado, la estrategia y la fuerza de los bombarderos de la Luftwaffe. En ambos se explaya con dirigente claridad los las ventajas e inconvenientes de los medios, tanto materiales como humanos utilizados. Todo su desarrollo acerca al lector al porqué del resultado de la batalla. En este caso, el desarrollo del radar a lo largo de los años y su inclusión en un sistema funcional y eficiente, contrasta con el uso por Alemania de bombarderos que, si no totalmente obsoletos, no habían evolucionado desde mediados de los años treinta, a pesar de alguna renovación tardía cuando tuvieron lugar los bombardeos nocturnos sobre Londres. Para terminar, los dos últimos artículos relatan, uno de los días más duros de la batalla, su desarrollo y resultado, y la experiencia y las consecuencias de los múltiples ataques sobre Londres. Todos ellos, completan un riguroso, interesantísimo y muy detallado número que, como siempre, viene acompañado de los extraordinarios planos, mapas y trabajo visual que siempre ofrece en sus páginas, gracias en buena medida al trabajo metódico de mi amigo y director de la revista de contemporánea, Javier Veramendi.
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