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jueves, 15 de enero de 2015

"Black Mirror: White Christmas"

En sendas pasadas temporadas, Channel 4 planteo al público una serie basada en un mundo no muy lejano, en el que las tecnologías avanzadas, conviertan la vida de los humanos en percepciones diferentes del día a día, y por ello en situaciones extremadamente ricas y potencidoras de tramas sorprendentes, que no imposibles. Consiguió, capítulo tras capítulo, presentar momentos en los que los seres humanos, sus sensaciones, respuestas y reacciones, parece que se ven potenciadas por el uso de una tecnología cada vez más a nuestro servicio, creando problemas de privacidad, individualidad y sociabilidad. Los resultados fueron extraordinarios, creando una de las mini series más rompedoras e imaginativas del firmamento serial.

En estas navidades, la productora ha realizado un solo capítulo en el que ha fusionado tres historias, en las que la trama termina uniéndose argumentalmente, recreando una pequeña película de 74 minutos, encajada en el género que tan bien domina la serie. De nuevo las tecnologías invaden la privacidad del individuo, creando situaciones realmente imprevisibles y chocantes.
Para resumir y no descubrir el entramado del film, comentaré que las historias tratan sobre la capacidad del ser humano para dirigir la vida diaria de las personas mediante la implantación de una pila, un chip, algo que no solo reproduce tus actos sino tu propia personalidad. Aquí es donde el planteamiento entra en la disquisición de la esclavitud, la despersonalidad y la pérdida del "yo" de cada uno de los personajes de la película. Todo, en teoría, para defender a la persona de lo externo, de lo que le rodea y puede dificultar su vida. ¿Pero es viable, es moral, sacrificar lo uno por lo otro? ¿Es proporcional el daño producido con el beneficio propio, de tal manera que el esfuerzo y la imprevisión se pierda en pro de la estabilidad y la comodidad? Estas y mil preguntas más, son las que provocan el visionado de un producto que sigue conservando una calidad fuera de lo común.
Llamo la atención en la actuación de Jon Hamm. Encarna a un asesor de personalidades. Su función, en la primera historia es la de dirigir a un joven en su búsqueda de un ligue y para ello, de manera remota, le da instrucciones sobre lo que hacer. En su segunda trama, tendrá que adoctrinar, enseñar, a la copia virtual de una persona, cómo actuar para mejorar su vida, convenciéndola de que esta será su función, a pesar de su desconocimiento de la decisión de la persona origen. Y por último, su actuación, mezclará las dos historias anteriores, utilizando su capacidad de empatía e influencia sobre las personas para resolver su propia situación complicada por su profesión y la de un tercero. La capacidad de actuación aprendida en la serie "Mad Men", su dominio de la palabra, de cómo vender un producto y convencer al que le escucha, es perfectamente aprovechada en esta película, en la que Hamm, muestra toda su capacidad de seductor y por qué no embaucador. Gran elección, que es la guinda a un producto que rezuma calidad, en la historia y también en el mensaje. Imprescindible.




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