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jueves, 27 de junio de 2024

"Slow horses" - Temporada 1, 2 y 3

 

Basada en las novelas del escritor británico Mick Herron, gracias a mi buen amigo Carlos Ollo, con ese gusto impecable que le caracteriza, he tenido la oportunidad de revisar últimamente las tres primeras temporadas de esta serie protagonizada por el gran Gary Oldman. Su trama gira alrededor de un departamento del MI5, llamado Casa de la Ciénagaen el que se exilia a los componentes más dispensables y desastrosos del servicio de inteligencia británico, dirigido por un peculiar veterano agente, particularmente dejado y desagradable, llamado Jackson Lamb. Sus tareas suelen ser de misiones mero trámite e intranscendencia. Sin embargo, una serie de hechos vinculados a actividades dirigidas por las sede del servicio secreto, implican a los agentes de la Ciénaga, quienes protagonizan las tramas de las temporadas que aquí reseño.
Lo peculiar y acertado de esta propuesta es la elección del material argumental, en ese juego de un grupo de perdedores implicados en asuntos de seguridad nacional. Además, en la selección de los intérpretes, nos encontramos con una interesante mezcla de veteranos, entre los que encontramos al propio Gary Oldman, Kristin Scott Thomas, Sophie Okonedo o Jonathan Price, junto a otros más jóvenes y emergentes como Jack Lowden o Olivia Cooke. Y por supuesto, hay que alabar la labor de unos guionistas que han sabido llevar a la pantalla las tramas de las novelas de Herron, en un entretenido equilibrio entre el factor propuesto de lo esperpéntico y divertido por parte de los agentes de la Ciénaga, y los interesantes y adictivos casos en los que se ven envueltos. Casos en los que se abordan temas tan actuales como el racismo y los problemas sociales en Inglaterra, así como los, más convencionales y románticos, asuntos heredados de los juegos de espías entre el servicio británico y el soviético/ruso. 
Y para terminar de cimentar esta estupenda serie, nos encontramos con unos agentes tan desconcertantes en sus diálogos y actos, como activos e imaginativos en cuanto a sus prestaciones sobre el terreno. Cada uno goza de ciertos valores y ventajas en el mundo del espionaje y seguridad nacional, así como de importantes hándicaps que pervierten su labor y les exilia bajo las órdenes del tiránico pero elocuente Lamb. Todo esto metido en una inteligente coctelera, resulta conjugar un conjunto de debilidades y aciertos en sus iniciativas tan divertidas como, en ocasiones, especialmente dramáticas, para mayor disfrute del espectador. Un disfrute de serie para el que le guste el género del espionaje, mezclado con un tanto de comicidad cercana al mítico y famoso humor negro inglés. Solo queda esperar una cuarta temporada que se rodará este año, y las expectativas de una quinta para más adelante. Por cierto, Gary Oldman está brillante.



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