De los creadores de los universos de American Horror Story, American Crime Story y la recientemente estrenada en 2022 Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, esta serie que hoy comento, El vigilante, está basada en un hecho real todavía sin esclarecer. La trama gira alrededor de una familia que decide trasladarse de la ciudad donde trabajan a una población presuntamente más tranquila de New Jersey, sembrada de bonitas e históricas casas de relumbrón. A lo pocos días, una carta de alguien que se llama a sí mismo El vigilante, pone en alerta a los nuevos inquilinos de una casa alrededor de la cual se suceden una serie de hechos que desestabilizan la utópica vida que buscaban al alejarse de la ciudad y sus supuestos peligros.
También hay que decir que la familia que se traslada a la nueva casa lleva consigo el lastre de lo que El vigilante denomina como su codicia particular. Para conseguir hacerse con ella, han tenido que desinvertir todos sus ahorros, dado que piensan que es la casa de sus sueños, lo cual no hace más que añadir cierto estrés, especialmente al marido, un abogado de un gran despacho con aspiraciones a convertirse en socio de la firma. Mientras, la esposa, algo simplona, se dedica al diseño de cerámicas para el hogar. Si a estas circunstancias, nada baladís, unimos un vecindario especialmente extraño y poco acostumbrado a las novedades y a esta gente rica que viene de las grandes ciudades, veremos que se formará un cocktail explosivo de miedos, suspicacias y paranoias que aparecerán en el día a día de quienes buscaban solo un remanso de paz en sus vidas.
Pues bien, estamos ante una serie en la que el suspense se acrecienta gracia vecinos de los protagonistas francamente chocantes y surrealistas que no hacen más que desorientar al espectador en cuanto a sus pesquisas por descubrir quien está detrás de las cartas del susodicho personaje misterioso. A todo ello ayuda el hecho de que la impresión que da el matrimonio de propietarios, encarnados por Naomi Watts y Bobby Cannavale, sea la de un par de soñadores simplones que continuamente se dejan influenciar por cualquier persona que se les cruce por el camino. Los creadores de la serie entretejen una historia que deambula entre el suspense y el género del terror, generando en la familia un buen número de vaivenes en su relación, mientras el espectador se vuelve loco por encontrar la solución a un dilema bien planteado por la serie, en lo que termina por estar basado en una hecho real, que finalmente sí que pone los pelos de punta.
EL vigilante es una serie que se deja ver si entras en el juego que te plantea su creador y te dejas llevar en una serie de enredos casi rocambolescos pero llenos de misterio y suspense que funcionan bien. Sus intérpretes protagonistas funcionan bien en sus papeles, pero con todo, me quedo con esa serie de magníficos secundarios que viven alrededor de la casa, extraordinarios todos, que sirven de medio para llevarnos de cabeza a espectadores y, como no, a la propia y desdichada familia protagonista, ante los problemas que les provoca vivir en aquella misteriosa casa. Interesante propuesta que merece un vistazo.
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