Segunda entrega publicada por Desperta Ferro de Historia Antigua y Medieval dedicada a la Guerra de los Cien Años. En este caso cubre desde el año 1348 hasta 1460. En el anterior número dejábamos a Francia y a toda Europa bajo la lacra de la Peste Negra. Aunque la epidemia ralentizó y casi suspendió la guerra, el conflicto continuó a base de pequeños enfrentamientos, hasta que empezada la década de 1350 Inglaterra de la mano de Eduardo III vuelve a tomar la iniciativa y logra en apenas diez años hacerse con todo el sur de Francia, quedando bajo su autoridad un tercio del territorio francés.
Como es habitual, el primer artículo presenta la situación posterior a la Peste Negra dentro del conflicto franco inglés, al que se van agregando otros participantes. Llama la atención la intervención de Carlos II de Navarra, jefe de la dinastía de los Evreux y candidato a la corona francesa. Su alianza con Eduardo tendrá cierto protagonismo a lo largo de estos años. Es significativa también la aparición del hijo de Eduardo III, el llamado Príncipe Negro, que con sus cabalgadas por el sur y centro de Francia, forzará a Juan II a enfrentarse a los ingleses en Poitiers, aún con el recuerdo de la derrota de Crecy. Antes de seguir con el desarrollo de las campañas, se plantea al lector en sendos artículos, cuestiones tácticas y militares propias del momento. Por un lado la posición de la caballería y su uso en batalla y por otro lado, la revolución o evolución militar del armamento y organización de los ejércitos de la época. Tras esta premisa, solo queda adentrarse en la famosa batalla de Poitiers, su desarrollo y consecuencias.
El año 1356 marca el momento álgido del invasor inglés, que quizás no supo aprovechar una victoria táctica abrumadora, para sacar un beneficio estratégico más global y decisivo por la derrota de Francia. La batalla es en pivote sobre el que se mueve la publicación de esta segunda parte de la Guerra de los Cien años. Tras tomar prisionero a Juan II, el delfín Carlos deberá enfrentarse a graves problemas en su reinado. No solo la presencia de Carlos II de Navarra acecha al hijo de Juan II por la tenencia de la corona, sino que además tendrá lugar un levantamiento popular y campesino llamado "La Jaquerie" que mantendrá en jaque su gobierno y París y alrededores. Este asunto es tratado con profundidad en otro interesante artículo. Los dos últimos terminan por acotar el comienzo década de los 60 del siglo XIV con la presencia y nueva invasión de Eduardo III en el norte y centro de Francia, llegando hasta Reims y París, para lograr, con ambas partes ya agotadas, una paz (Tratado de Bretigny) con la que el rey inglés logra apropiarse de todo el sur de Francia. Esto, sin embargo, tiene una grave consecuencia para el país. Las tropas inglesas, situadas en territorio francés deben abandonar las ciudades y fortalezas tomadas al enemigo. Pero estas bandas de cientos y miles de soldados, vagan de norte a sur, asolando el país desde Champaña a Borgoña, convirtiéndose no solo un grave problema para Francia sino también para Eduardo y sus territorios en el sur. Sus consecuencias, las veremos en el próximo número, cuando el conflicto se expanda a territorio peninsular, al sur de los Pirineos.
La idea de dividir en varias partes, ciertos conflictos tratados por la revista, no deja de ser un gran acierto. La capacidad de poder estudiar su desarrollo a lo largo de los años, implica conocer mejor y con cierto nexo narrativo, las causas y consecuencias de los sucesos propios de la época. Un gran acierto y un gran número.