En el anterior tomo de "Clase Letal" dejamos a Marcus y sus amigos enfrentados en una batalla de dos frentes. Por un lado el ataque que junto a sus amigos realizan contra el piso del loco y antiguo compañero de orfanato al que quiere eliminar... y por otro, el despiadado enfrentamiento con la familia mejicana adoptiva de su novia María. La pelea será brutal y sangrienta. Mientras solucionan, con alguna que otra baja, el asunto del excompañero de abusos de Marcus, el asunto de María y su familia traerá más problemas de los que esperaba.
Sus actuaciones y decisiones no siempre acertadas en la vida actual de Marcus, sus escarceos con María, el intento de reencuentro con Maya, sus diferencias irreconciliables con Vicktor y otros asuntos, harán que se pierda en un desenfrenado viaje alrededor de las drogas, el sexo incontrolado y cierta autodestrucción, que le llevará a enfrentarse con prácticamente todo su entorno. Se siente solo y abandonado, sus abusos le llevarán a no fiarse de nadie y a perder todas sus amistades, para encontrarse al final de este tomo en un final sin salida... pero eso ya será otra historia.
El cómic sigue contando con un guion potente, lleno de sugerencias hacia la droga, el sexo y la violencia. Sin embargo, no olvida el corazón de los personajes, sobre los que también sobrevuela su deseo por entablar una relación que, de alguna manera, les haga sentar la cabeza, aunque sea sentimentalmente hablando. Pero lo que más me llama la atención de esta serie es el dibujo y la estructura de sus viñetas. Colores neutros pero con los que juega a las mil maravillas, una gran sensación de movimiento y acción, y una arquitectura explosiva y llena de dinamismo en cada una de las páginas de este cómic, hacen de sus páginas auténticos ejercicios de equilibrio y riesgo. En mi opinión, uno de los mejores cómics de la actualidad sin duda, a pesar de cierto aire adolescente que parecía que marcaba su presentación. Sin embargo, la madurez de los diálogos y las motivaciones de los personajes y sobre todo, el ejercicio de la violencia, lo remarcan como un producto con calidad y potencial fuera de dudas.