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martes, 15 de abril de 2014

"El Capitán América y el Soldado del Invierno"

Tras la primera película dedicada al Capitán América hace unos años, con la nueva andadura de Marvel en el cine, no pocos esperábamos el siguiente film en el que, después de ver Los Vengadores, Steve Rogers, alías Capitán América, pudiera demostrar al espectador su capacidad de interpretar una secuela en la que el personaje mostrara cierta madurez y personalidad. Y parece que así ha sido, protagonizando una película, en la que no sólo mira al pasado, el del soldado que luchó contra Calavera Roja y los nazis, sino que enfila el presente y el futuro, en la lucha que protagoniza Shield y el mundo libre contra Hydra y su afán de crear el caos en el mundo.
El Capitán América, junto con Natasha Romanoff, alias, Viuda Negra, participan como agentes de Shield en una operación de rescate de una barco de la agencia. Sin embargo una serie de circunstancias y acontecimientos sucedidos alrededor de la figura de Nick Furia, alma máter de Shield, llevarán a nuestros dos héroes a plantearse ciertas preguntas, relacionas con la libertad, la justicia y la manipulación de la información. Es, en este caso, cuando el Capitán América, demuestra su idealismo y sensibilidad, identificada con su imagen de defensor de la libertad, frente a la guerra contra el terrorismo y el dudoso uso de la justicia. 
En esta ocasión, la trama más que conocida de estas películas, que heredan sus historias, de los miles de guiones de los millones de cómics vendidos hasta ahora, no presenta ninguna sorpresa especial, pero consigue introducir cierto suspense en un film realizado con mucha calidad técnica y grandes escenas de acción. Juega con la duda del intrusismo de la facción que pretende destruir el mundo, en la institución que de facto pretende defenderlo. También muestra la posibilidad de la utilización de la aplicación de la ley y el castigo, antes de cometer el delito, lo que plantea serias dudas a nuestro protagonista. En estos pilares encontramos el golpe de efecto de la película y realmente, aunque no resulte especialmente sorprendente, si que se consigue un film entretenido y ágil, del que el espectador no podrá decir que resulta aburrido.
Además de los personajes ya mencionados y conocidos del aficionado, se presenta un personaje villano, llamado El Soldado del Invierno, que consigue encarnar a una imagen bastante potente y característica del universo Marvel. Del lado de los buenos, hace acto de presencia Halcón, aunque su personaje es más endeble y quizás el más flojo de todos. Llama también la atención, la actuación de Robert Redford, en el papel de un cargo relevante de Shield, que juega con su cargo de burócrata, y como tal, da cierto empaque a un personaje que no resulta del todo desechable. Redford consigue defender su actuación, aunque ciertamente los años no perdonan. Sorprende el parecido de algunos gestos de la cara del afamado guapo en el pasado, con la de Silvester Stallone. ¿Será por efecto de la cirugía?
Creo que la película define bien el estilo de Marvel y como no, forma parte del engranaje que la marca quiere crear con sus diferentes superhéroes. Los hermanos Russo, directores del film, han logrado crear una película que no sorprende pero entretiene, con mucha acción, efectos especiales y cierta comicidad refrescante entre los personajes de Chris Evans y Scarlet Johanson.