En estas fechas de Navidad he leído número especial IV que la revista Desperta Ferro, publica esporádicamente, haciendo un estudio más pormenorizado de momentos históricos o elementos de la historia que merecen un tratamiento más profundo. En este caso, el número se dedica a un tema bastante común en la antigüedad, pero también muy desconocido, como es, la intervención de los mercenarios en los distintos ejércitos e la antigüedad.
En una edición muy cuidada, los editores han conseguido reunir a una serie de articulistas que han intentado esclarecer la situación de los soldados de fortuna que acudían y participaban activamente dentro de las tropas de países extranjeros, en diversos conflictos e incluso luchando contra sus mismos conciudadanos. Muchas son las causas que llevaron a estos aventureros a enrolarse en otros ejércitos y bajo otros gobiernos. Ya sea por vanagloria personal, por alianzas estratégicas, por afán de enriquecerse e incluso para establecerse en nuevas tierras donde echar raíces, estos individuos, a veces reunidos en grandes formaciones guerreras, tomaron parte en muchos de los momentos claves de la historia antigua.
Los temas tratados en estos artículos versan desde la aparición de los primeros mercenarios conocidos en la Grecia Arcaica del siglo VIII a.C. para ir progresivamente hablando en el tiempo sobre otros asuntos. La figura del mercenario hispánico y su desarrollo y evolución en el mundo mediterraneo y el desarrollo de esta institución en el sur de Italia y en Sicilia, donde la presencia de griegos y una serie de pueblos característicos del centro y sur de Italia, como nueva forma de expresión militar, marcarán un antes y un después con su presencia en el futuro estratégico de los ejércitos en la zona. Como no, la revista dedica algunos artículos a la figura del mercenario griego al servicio del entorno Persa y a la situación de los mercenarios en el mundo de Cartago, sobre todo con su levantamiento del siglo III a.C. No olvida el tratamiento del mercenario celta, desde su intrusión en el norte de Grecia y sus asentamientos en Italia, pasando con el paso de los siglos a ser, estos originarios del norte de Europa, los principales elementos mercenarios en Cartago y Roma, ya sea en su época Republicana o Imperial.
No solo militarmente, sino que el mercenario en la antigüedad ha tenido una importancia geopolítica, desde los meros asentamientos en Sicilia, incluso acuñando su propia moneda, hasta la auténtica inclusión en la participación desde la sombra en el gobierno del mundo romano. La creación de la Guardia Pretoriana desde la época del Principado o los Cuerpos de caballería profesionales, tan importantes en el ejército del Tardo Imperio, son reflejos no tan lejanos del origen especializado de la figura del mercenario. Extraordinario número, con un nivel de estudio importante en los artículos, alguno de ellos de honda especialización y que nos sumergen en un mundo no por poco conocido, menos apasionante.
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