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jueves, 4 de diciembre de 2025

"Sueño de trenes"

No es la primera vez, y espero que no sea la última, que se me ocurre acercarme por pura casualidad a una de esas películas que su estreno apenas pasa por las pantallas de cine o que incluso se estrena directamente en plataforma, y encontrarme con una de esas joyas que quedan imperecederas en la mente de uno. Me refiero a Sueños de trenes. Las razones para acercarme a ella no son por mera casualidad. Por un lado, su director es Clint Bentley, guionista de Sing sing, un film que recibió no pocos parabienes de la crítica, el año pasado, incluidas tres nominaciones a los premios Oscar. Por otro lado, su actor protagonista es el australiano Joel Edgerton, uno de esos actores que casi siempre acierta con los papeles elegidos, otorgándoles un carácter y una presencia siempre interesantes. Y por último, y no menos importante, la película es una adaptación de un libro del escritor estadounidense Denis Johnson, premiado por el premio Aga Khan de la reconocida revista cultural The Paris Review, y ganador por otra de sus novelas, del National Book Award y finalista al premio Pulitzer.
La trama gira alrededor de un leñador profesional, que nos narra su vida a lo largo de la construcción del ferrocarril en el primer cuarto del siglo XX, en el estado de Idaho, donde los inmensos bosques y sus frondosos y enormes habitantes arbóreos, forman parte de su vida y obra. Su trabajo depende de las temporadas en la que se produce el avance de la construcción de los raíles que unen el país, y en su día a día, nos reproduce su relación especial con su trabajo y con las personas con las que comparte una profesión tan dura y como peligrosa. Casado con una esposa fiel y abnegada, forma una familia con una hija recién nacida, con la que crea un hogar lleno de amor y felicidad, pero con los vacíos provocados por sus idas y venidas al trabajo. Un día sucede un hecho que cambiará su vida y su relación con el entorno en el que vive, llevándole a afrontar su nueva situación con unas prioridades absolutamente diferentes a las que hasta entonces conocía. 

Lo fascinante de la película es cómo su director nos presenta la relación del protagonista con su entorno y su trabajo. En forma de pequeñas escenas tan bellas como sugerentes, nos va mostrando cómo eran aquellos hombres que como leñadores, trabajaron cortando árboles y abriendo los caminos que crearon las comunicaciones en los EEUU, todos hombres fuertes y curtidos, medio vagabundos que afrontaban los riesgos que tenía aquel trabajo de manera ordinaria. Las bastas regiones frondosas aparecen magníficamente fotografiadas y mostradas por una cámara, sin engaños y fiel a semejante belleza, acompañadas de unos diálogos, parcos pero profundos, de quienes afrontan aquellas vidas. 
La profunda sensibilidad con la que afronta el director toda la trama y las circunstancias que rodean la vida del leñador, imprimen carácter y hondura a un film que resalta por su fotografía, ambientación e interpretaciones. La franqueza de los pensamientos del narrador protagonista y de los diálogos con los demás personajes, todos imprescindibles, muestran el clarividente origen literario de la película. Bellísima en fondo y forma, es capaz de mostrar al espectador, con la misma claridad y verdad, la felicidad que la soledad y el amor pueden aportar rodeados de semejantes parajes, como también y contradictoriamente, el dolor y la pérdida que aquellos mismos lugares pueden generar en otras circunstancias muy distintas. La vida continua para un protagonista que camina a lo largo de su vida entre aquellos extremos encontrados en su azarosa existencia tan cercana y afín a los bosques donde trabaja y vive. Sueños de trenes es de esas películas que desgraciadamente pasarán desapercibidas, ahogada por los estrenos mediáticos y las grandes producciones de este fin de año. Sin embargo, es una de esas obras de arte que debe dejar huella, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta, en un ejercicio cinematográfico digno de alabar por su bellísima presencia y profundo mensaje. No os la perdáis. Insisto. 






2 comentarios:

  1. Muy interesante tu entrada, la vere y te diré lo que me parece. Un saludo.

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    Respuestas
    1. Genial. Por cierto, el libro que adapta es una joyita de apenas ciento cincuenta páginas. Una delicia.

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