Hoy reseño en mi blog, una edición especial publicada hace unos meses por Crítica Ediciones, de un ensayo ya veterano en nuestro mercado bibliográfico. Me refiero al ensayo que el historiador italiano Alessandro Barbero escribió sobre la gran Batalla de Adrianópolis localizada en el año 378 y que inició de manera irreversible a partir de entonces, el proceso emigratorio de los pueblos conocidos como godos en el Imperio Romano Oriental y su posterior migración hacia el Imperio Occidental.
Pues bien, la editorial Ariel publicó sendas ediciones en los años 2007 y 2014, convirtiéndose en un acontecimiento editorial a pesar de sus escasas doscientas cincuenta páginas. Es ahora, diez años después, cuando la editorial Crítica, coincidente en el Grupo Planeta con Ariel, es la que reedita este ensayo con la aportación de un plus francamente interesante. Me refiero a inclusión de una selección de dibujos realizados por el magnífico dibujante, también italiano, Sergio Toppi, convirtiendo esta edición en un auténtico artículo de colección para los que gustan de la lectura de la historia de Roma y del imaginario tan personal de este insigne dibujante.
El ensayo nos lleva hasta el año 376 para mostrarnos la llegada de una gran población goda en el lado norte del Danubio, en la provincia de Tracia, cerca de la desembocadura en el Mar Negro. Su presencia allí está justificada por el empuje de las tribus esteparias en los antiguos territorios que ocupaban aquellos reyezuelos godos que ahora solicitan entrar en el Imperio Romano para establecerse en las tierras al sur del Danubio. Barbero explica en su libro, de una manera esquemática pero también detallada, los sucesos que acontecieron a partir de aquel año, hasta la batalla de Adrianópolis y sus consecuencias en un Imperio Romano dividido en dos, Occidental y Oriental.
Conforme explica aquellos sucesos, muestra al lector los factores que implicaron y provocaron aquella célebre y decisiva batalla. Por un lado, la situación de división del Imperio Romano, así como sus propios intereses, en occidente más por la labor de proteger las fronteras germánicas del río Rin y en el oriente en una mirada de conquista hacia tierras persas, fueron factores que facilitaron aquel escenario. Así mismo, ha que tenerse en cuenta la situación del ejército romano, muy cambiado desde hacía años, tanto por su número, localización de estacionamientos y composición, factores que explica ampliamente Barbero en su libro. No olvidemos la presión desmesurada de las tribus esteparias, hunos y alanos, entre otros. En el 376 los godos recibieron el permiso para cruzar el Danubio, pero se vieron abandonados por romanos en su promesa de asentarlos y alimentarlos al sur del gran río. Esto provocó los primeros encontronazos con las tropas romanas y un peligroso e inevitable efecto llamada hacia aquellos que quedaban al norte de Tracia. A pesar de algunas victorias romanas, la gran batalla de Adrianópolis, en las praderas cercanas a las murallas de esta ciudad, provocaron no solo la derrota total de los romanos sino también la muerte de Valente, su emperador. Teodosio, nuevo emperador de Oriente negoció nuevas condiciones con los godos, asentando la política de incluir algunos de sus jefes y tropas en las legiones romanas y empujando de manera disimulada a su población, hacia un occidente que se adentraba en su final, analizado someramente al final de este ensayo por Barbero.
Como decía en un principio, este libro lleva asentado muchos años en las bibliotecas de los aficionados a la historia de Roma gracias a las ediciones publicadas anteriormente. Lo interesante de esta edición, es la aportación de un buen número de ilustraciones realizadas por Sergio Toppi, fallecido en 2012 y modelo hecho realidad de la fusión de la ilustración y la historia en sus publicaciones realizadas a lo largo de más de cincuenta años, convirtiéndolo en un icono del género. Crítica ha acertado aprovechando una serie de dibujos que ilustran precisamente a aquellos bárbaros, godos, hunos y alanos que, junto a los legionarios del Imperio de Oriente, participaron de aquella famosa y definitiva batalla, ilustrando visualmente la presencia de aquellas gentes en suelo romano, en pleno siglo IV d.C. Una edición que recomiendo a todos los aficionados a la historia de Roma que admiran y coleccionan el trabajo de Sergio Toppi.
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