Como alguno de vosotros sabéis, de vez en cuando me sumerjo en el profundo océano de la novela negra y en esta ocasión, he elegido para tan esporádico acontecimiento, una novela publicada por la editorial Siruela, que ha comenzado la publicación de la serie de novelas ambientadas en el Oxford de los años sesenta, protagonizadas por el inspector de policía Endeavour Morse.
Una joven aparece muerta y violada en un aparcamiento de un pub de Woodstock, una población cercana a Oxford. El inspector Morse se hace cargo del caso, en un complejo caso de secretos, traiciones y equívocos indeseados. Poco a poco, junto a un sargento de la policía, irá desentrañando un escabroso juego en el que varios frentes de investigación le llevarán a seguir derroteros en ocasiones equívocos, demostrando cómo cualquier desvío no buscado durante la investigación, puede llegar a complicar la resolución del asesinato.
Colin Dexter construye un relato en el que confluyen varias tramas mediante las que no solo se confunde al protagonista en un inteligente juego de pistas, sino que además encauza al lector en un torrente de dudas, a base de presentar un buen número de implicados en las tramas, convenientemente cimentadas en un inteligente juego de falsas pistas que llevarían a cualquiera a equivocar el camino de la verdad. Una verdad, someramente disfrazada, en un escenario de relaciones escabrosas y, en ocasiones, engañosas, que ponen al límite la inteligencia y el instinto, no siempre acertado, del protagonista.
Morse es un personaje bien construido. Empecinado bebedor, aficionado a los juegos de letras y a los crucigramas, además de melómano de la ópera, fue en su días jóvenes, estudiante de literatura clásica en Oxford. Todos estos aspectos adornan una personalidad solitaria, pero también necesitada de compañía femenina, algo que no se le da especialmente bien. Su escenario favorito es la barra de un pub inglés y en ese ambiente controlado, medita las pistas y los recónditos rincones que ocultan la resolución del caso a investigar. Todo ello, desarrollado con buena letra, por un autor, Colin Dexter, que se mueve bien por los ambientes y juegos detectivescos que nos muestra esta primera novela recuperada y publicada por Siruela, una de esas editoriales que nunca hay que perder de vista. Seguro que seguiré la pista de un personaje tan interesante y tan imperfectamente humano.
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