"Peaky Blinders" - Temporada 5

¡Qué llega el fascismo! Porque este es el leitmotiv principal de la 5º temporada de los Peaky Blinders, estrenada recientemente y vista en un plis-plas, sin apenas darnos cuenta. Se acaban siempre muy pronto sus temporadas, contenidas en seis capítulos, siempre tan reconcentrados y llenos de tensión. Lo que nos tiene que quedar claro, es que está previsto continuar la serie con una temporada más, algo que quedaba bastante claro viendo los derroteros a los que nos ha llevado esta última entrega. Esta temporada quinta quedaría coja si no tuviera continuación, especialmente en lo que respecta a la trama que señalo al principio de esta reseña. Me refiero a la llegada de aires de fascismo a Inglaterra en los comienzos de los años treinta. 

Pero vayamos por pasos. El primer capítulo comienza el 24 de octubre de 1929. Michael, el hijo de Ada Shelby, se encuentra en Nueva York llevando las finanzas de la familia cuando, en ese fatídico día, se produce el crack de la bolsa de norteamericana. Gran parte de la fortuna de la familia, defendida a base de sangre y fuego, se pierde, lo que hace que el clan se reúna en Birmingham, para plantear nuevos objetivos y recuperar la fortuna perdida. Por un lado, Thomas entra en el negocio del opio y la heroína, negociando con los chinos que la importan de Asia para exportarla luego a EEUU. Sin embargo esta decisión le enfrentará con Michael, quien ya no goza del apoyo del líder de la familia. Mientras tanto, el negocio del tráfico de droga le hará aliarse en una peligrosa banda escocesa de la que es líder, un oscuro miembro del Parlamento a quien, no por casualidad, Thomas pretende desenmascarar y eliminar por sus inclinaciones fascistas y su intención de crear un partido en territorio británico. Este interés por desprestigiar a Oswald Mosley, será apoyado por Winston Churchill, algo que la familia desconoce. Sin embargo la larga sombra del fascista y retorcido parlamentario no será fácil de doblegar, mientras Thomas sigue recordando y sufriendo por la muerte de su amada. Los Shelby volverán a luchar y derramar, sangre propia y ajena, en una batalla que quizás les venga grande, la sombra de la traición sobrevuela a la familia y nuevamente se sufrirán bajas.  Por cierto, al loro con la aparición de un personaje al que teníamos por desaparecido. 

Esta 5ª temporada mantiene al fuerza, la tensión y el carácter duro de una serie que no desfallece ni desmerece. Las escenas tienen por sí una fuerza terrible, gracias a la manera de grabarlas y montarlas, creando una importante dosis de suspense y, porque no decirlo, crispación. Parece que la familia Shelby nunca puede descansar, ni disfrutar de sus victorias, tanto en el plano personal o familiar, como en el plano nacional e incluso internacional. Su devenir en el periodo de entreguerras, mantiene un desarrollo paralelo a la historia de un país y un continente que se adentran en un periodo oscuro, prevenido en esta temporada de la mano de los primeros coletazos del fascismo en Europa. El hecho de que cada temporada conste solo de seis capítulos hace que todo transcurra con mucha velocidad, y esto hace que la serie sea francamente adictiva, llena de pasión, violencia, dolor y sobre todo, mucha ambición. Como siempre, no dejo de recomendarla, a pesar de que no termine de cuajar en el público mayoritario de nuestro país. Inmejorable muestra de cómo hacer un buen producto televisivo, que no tiene que irse a un gran número de capítulos, demostrando que lo bueno y corto, doblemente bueno.