El guionista y ahora director Andrés M. Koppel acaba de trasladar a la pantalla una de las novelas de suspense escritas por Lorenzo Silva y protagonizadas por los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro. En este caso, ambos agentes se trasladan a La Gomera para reabrir la investigación del asesinato de un joven de la isla, ocurrido tres años antes. En aquella ocasión, a pesar de existir un sospechoso de aquel delito, tras el juicio quedó en libertad y fue declarado no culpable. Da la casualidad que la investigación contó con la participación de la cabo Andrada, una compañera de academia de la agente Chamorro, con quien contarán para desenvolverse por la isla y reanudar la investigación del caso. Sin embargo, diferentes pistas desconciertan a los investigadores, además del mutismo general que existe sobre el asunto entre los pobladores de La Gomera.
Ante todo debo avisar que no he leído ninguno de los libros de Silva protagonizados por Bevilacqua y Chamorro, con lo que desconozco si las tramas y detalles de la novela casan con lo que se ha plasmado en la pantalla. Por lo menos debo apuntar como positivo el apoyo y seguimiento en el proceso de la producción por el propio escritor, lo que en cierta manera, respalda la labor del director a la hora de elaborar la película. Por ello simplemente me puedo pronunciar por lo que he visto en el cine, al respecto de la forma y fondo del film. Y de primeras debo decir que la forma, la atmósfera de la isla, la puesta en escena en un ambiente casi claustrofóbico y lleno de matices, me ha gustado. El ritmo es correcto, planteando al espectador las diferentes pistas con cuenta gotas y conforme las van descubriendo los agentes. Por otro lado, la elección de los actores la veo acertada. Quim Gutiérrez es un seguro. Su naturalidad a la ahora de actuar es algo ya demostrado en anteriores ocasiones y en el papel del sargento Bevilacqua, ahonda bien en pantalla como un detective seguro de si mismo, observador y de rápida respuesta. Sin duda lo mejor de la película. Respecto a Chamorro, interpretado por Aura Garrido, su presencia queda un poco en segundo plano, plasmando un trabajo serio y justo en pantalla. Verónica Echegui, encarna bien a Ruth Andrada, la guapa y misteriosa guardia civil compañera de la academia de Chamorro, en un papel más complejo y lleno de aristas. Para terminar el siempre convincente Roberto Álamo se encarga de personificar al teniente al mando en la isla. Un buen elenco, bastante equilibrado que salva bien la papeleta.
Respecto a la trama de esta película de suspense, en su desarrollo, acierta de pleno, con un guión muy cuidado, no exento de trampas, minuciosamente colocadas para engañar a los protagonistas y también al espectador, con las que el director juega marcando un ritmo acertado y sosegado. Sin embargo, al final del metraje, en plena resolución del caso, todo se precipita con demasiada velocidad, llevando a equívoco al espectador al respecto de las culpabilidades e implicaciones, enmarañando un tanto la película. No se si era intención del director no presentar al espectador un desenlace quizás más claro y diáfano. Si lo hizo aposta, dio en el blanco, pero si no fue así, este final tan embarullado no hace más que ensombrecer un ápice lo que en definitiva me resultó un film con una producción muy seria y una presentación acertada. Lo que si que tengo muy claro es que más tarde o más temprano leeré los libros de la serie de Lorenzo Silva protagonizados por Bevilacqua y Chamorro... Me han caído bien los personajes oigan...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.