Etiquetas

lunes, 30 de noviembre de 2015

"Yo soy Espartaco" - Kirk Douglas

Todos podemos reconocer en la película "Espartaco", dirigida por Stanley Kubrik, una de esas películas inolvidables y apasionantes realizadas en Hollywood entre los años 50 y 60. Así mismo, muchos de nosotros, amantes de la historia, del cine y de la novela, hemos leído "Espartaco" obra de Howard Fast, en la que se basó la película del mismo nombre. Pero no todos conocen los entresijos que rodearon la producción de un film que está catalogado entre una de las grandes producciones de aventuras e historia. Los años de postguerra y preferentemente los años cincuenta, llevaron a EEUU a un ambiente de miedo y persecución hacia todo aquello que sonara a comunista, dando comienzo la llamada "caza de brujas", liderada por una serie de políticos ultraconservadores, entre los que resalta el senador MacCarthy.

La censura, la búsqueda de agentes comunistas entre los miembros de la cultura norteamericana, especialmente la literatura y el cine, hicieron que no pocos personajes terminaran en la cárcel, no solo debido a estas persecuciones sino también a las declaraciones de algunos de los compañeros del mundillo. Fue un momento duro, conflictivo y lleno de aristas, que no terminaron de suavizarse hasta muchos años después. Entre tanto jaleo y situación de crisis, un joven e imparable actor llamado Kirk Douglas, se empecinó en realizar una película, basada en un libro de un autor de cierto perfil comunista, mediante un guión de un escritor con antecedentes en la "caza de brujas" y con un elenco de actores y un director nada fácil de dominar. Todo ello en una situación algo precaria económicamente y con la sola alianza y confianza de algunos compañeros y socios que lograron llevar a buen puerto una de las más espectaculares y magníficas de la historia del cine. Esta es la historia que el propio Kirk Douglas cuenta en este magnífica libro editado por Capitán Swing.
El autor comienza la narración explicando los inicios de su carrera y su visión del inicio de la "Caza de brujas" sobre todo en relación al que será su guionista "negro" para "Espartaco". Dalton Trumbo, tuvo que pasar por la cárcel y estuvo vetado para trabajar como guionista en Hollywodd, a pesar de lo cual, escribió con seudónimo más de un guión, incluso ganando algún que otro importante premio de la Academia. Paralelamente, nos presenta a Howard Fast, que también pasó por la cárcel, aunque menos tiempo. Autor ligado al Partido Comunista, es el creador de la novela "Espartaco". Douglas, no solo era un consumado y ambiciosos actor, sino que además quiso producir sus películas, para tener el máximo control sobre ellas. Dos buenos films, "Senderos de gloria" y sobre todo "Los Vikingos" le catapultaron a lanzarse a la producción de "Espartaco". 

Para ello quiso contratar a un guionista perseguido por comunista, convencer al novelista para cambiar el ritmo y perfil de la novela, contratar un director técnico, como Anthony Mann, para luego despedirlo y reenganchar a un especial y controvertido Stanley Kubrik. Tras descubrir durante el rodaje que su asesor económico le estaba robando, tuvo que remontar económicamente la película. Además se preocupó de convencer a Laurence Olivier, Charles Laughton y Peter Ustinov para participar en la película y lidiar y mediar entre ellos y sus egos, contratar a una bella actriz novel alemana para luego fichar a una maravillosa y cómplice Jean Simmons. Y todo ello con la ayuda de dos o tres personas de confianza, una mujer y esposa fiel a los principios de su marido y la valentía de mostrar, al público el resultado de una producción tan interesante como complicada, tan apasionante como conflictiva. Todo ello, reunido en apenas 190 páginas, escritas con gran agilidad y con un resultado muy entretenido. Muy recomendable lectura, sobre todo si eres un apasionado admirador de Douglas y un apasionado de su película "Espartaco".


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.