El pasado sábado dio comienzo la nueva temporada de conciertos del Auditorio Baluarte de Pamplona. Las condiciones especiales en cuanto al aforo, la higiene, organización, entradas y salidas del recinto, no hicieron más que asegurar que la cultura en forma de conciertos, ballet y ópera, volvía a la normalidad de nuestra ciudad, una normalidad cultural tan esperada como deseada. Antes de comentar la reseña quería reconocer el esfuerzo de todo el equipo de Baluarte en la organización de una temporada que se ha hecho nombre y sitio en el día a día cultural para muchos de nosotros, enamorados de la CULTURA en mayúsculas. Un gran aplauso para ellos.
No podía comenzar mejor la temporada con el concierto dedicado a Vivaldi, de la mano del director Julien Chauvin y su conjunto Le Concert de la Loge, y el famoso contratenor Philippe Jaroussky. Junto a ellos compartieron escenario la soprano Emöke Barath, la contralto Lucille Richardot y el tenor Emiliano González Toro. Juntos interpretaron arias de diferentes óperas del gran compositor italiano del Barroco, Antonio Vivaldi. El concierto discurrió rápido, sin descanso, ni apenas pausas entre pieza y pieza, más un par de propinas interpretadas por el conjunto y todos los solistas. Todos ellos, tuvieron unas emotivas palabras de agradecimiento y apoyo a la cultura. Su gira, además de en Pamplona, aterrizará en el Teatro Real de Madrid y en Barcelona.
A lo largo de la hora y media que duró el concierto, los solistas fueron turnándose en la interpretación de sus arias, ofreciendo al público un espectáculo fluido y diverso en el panorama de la música de Vivaldi, y recogiendo piezas de obras tan importantes como "La Fida Nifa", "Il Farnace", "La Griselda", "Il Giustino" y "Ottone in Villa", entre otras. Comenzaré ensalzando a la orquesta medida y equilibrada del francés Julien Chauvin, director concertino que no solo dirigió con seguridad y soltura al conjunto sino que demostró sus notables dotes como violinista. Al respecto de los solistas vayamos de menos a más. A pesar de su timbre contundente, la contralto Licille Richardot resultó la más irregular de la velada. Si bien mostró dominio del escenario y un chorro importante de voz, en su segunda aria, Frema pur, denotó un exceso de dureza en su canto, algo seco y descontrolado en tono, malogrando en cierta manera su actuación. El tenor Emiliano González Toro, a pesar de comenzar algo renqueante con el aria Non tempesta che gl´alberu sfronda, compleja y rapidísima, se recondujo con seguridad en las siguientes piezas, disfrutando y haciendo disfrutar al público en el aria "Il Giustino", Il piacer della vendetta y, especialmente, en la pieza de "La Griselda", Tu vorresti col tuo pianto. Posiblemente Emöke Barath, fue la solista más regular de la velada, ofreciendo seguridad, brío y control vocal en cada una de sus intervenciones, mostrando su calidad con suficiencia.
Para terminar, unas palabras sobre Philippe Jaroussky. Sus intervenciones fueron sentidas y medidas al milímetro. Como siempre, es uno de los intérpretes más queridos en Baluarte, especialmente desde su fantástica actuación en aquel concierto de 2017 dedicado a las Arias de Haendel. Su elegancia y dominio de la voz está fuera de toda duda y este sábado demostró de nuevo su calidad interpretativa. Especialmente aplaudibles fueron su interpretación del aria de "Il Farnace", Gelido in ogni vena, bellísima y complicada pieza, una de las más reconocibles del repertorio operístico de Vivaldi, y del último aria del programa, Se in ogni guardo de la ópera "Orlando finto pazzo". Con todo quizás su voz no estuvo en plenitud de facultades como en otras ocasiones, aunque su clase y estilo compensa siempre escucharle. Además hay que reseñar la humildad y elegancia del contratenor, en todo momento acomodado al grupo, aún a sabiendas de que su nombre en el cartel es motivo más que suficiente para llamar la atención del melómano. En definitiva, el público de Pamplona, en su reencuentro con el abono de temporada de Baluarte, disfrutó de una interesante y notable inauguración del nuevo curso de actuaciones y espectáculos, por otro lado, tan deseada y esperada.
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