"El traidor"

Galardonada con varios premios David di Donatello y considerada como una de las mejores películas europeas de 2019, El traidor desgrana la vida de Tommaso Buscetta, un capo de la Cosa Nostra de Palermo quien, tras ser arrestado y extraditado desde Brasil, se decantó por colaborar con el famoso juez Giovanni Falcone y delatar a gran parte de los líderes de la mafia siciliana. Este hecho provocó el mayor número de detenciones y las condenas más abultadas en la historia de la mafia italiana. La película, dirigida por Marco Bellochio, y protagonizada por Pierfrancesco Sabino, recorre más de veinte años, en constantes flashbacks, en los que se narra el porqué de las declaraciones de Buscetta, quizás más relacionadas con un acto de venganza por las consecuencias de la guerra en la que la rama de los palermitanos a la que pertenecía, fue masacrada por los corleonesi, incluidos dos de sus hijos, que por un acto de redención o arrepentimiento.

Una gran contradicción y un doble rasero domina el relato del mafioso, empeñado en sostener su traición por la ruptura de la tradición de la mafia por parte de los corleonesi, además de teorizar sobre el honor y la tradición de la Cosa Nostra cuando, más bien, el protagonista buscó una salida a su inevitable detención y condena, tras ser vencido de manera fulminante por la familia que acabó con el poder y status quo de los palermitanos. Es más, la narrativa utilizada por su director, juega con ese velado interés por mostrar al espectador la doble cara del capo de traficante y asesino, con la imagen que pretende mostrar el personaje en sus declaraciones frente al gran jurado. La película está ambientada de manera muy realista, captando con detalle los hechos que se desarrollaron a lo largo de la guerra entre las familias, la detención, las declaraciones del protagonista y su relación con el juez Falcone, mostrando a lo largo de varias fases la histriónica serie de juicios e intervenciones de los mafiosos, juzgados a lo largo del macro juicio.

El director muestra algunas de las jornadas en las salas de los juzgados, con la clara intención de hacer ver al espectador la particularidad de aquellos juicios, la seguridad en sí mismos con la que se mostraban los inculpados, y la información presentada por Buscetta. Los años dominados por la Cosa Nostra, aquellos terribles años ochenta, llevaron a Italia al caos más absoluto, ocuparon día a día los titulares del país. De ahí la importancia del caso en sí y de la persona retratada en la película. Su personaje presenta un hombre acabado, que busca una salida a su situación y una venganza por los hijos perdidos. Más allá de esto, el director no oculta la realidad que rodea al protagonista... Una vida construida en la mafia y para la mafia, dominada por el tráfico de droga y por un buen número de asesinatos. La última escena del film lo dice todo y pone al personaje en su sitio. La intención del director es mostrar esas contradicciones del personaje a las que me refería más arriba, apartando del espectador, cualquier muestra de pena o comprensión por su figura y por las consecuencias de su traición a lo largo de su vida. Interesante película que realmente merece la pena ver.