Con la entrega de estas cinco grapas, en las que se engloban ocho números de la etapa guionizada por Zdarsky, se presenta el tercer arco argumental de un renovado y recuperado Daredevil, bueno, deberíamos decir, Matt Murdock. Además, en el número diez se recupera la entrega de un número por grapa, ya que la editorial ha preferido seguir la estela desarrollada en los EEUU, por lo que abandona la edición de dos números por grapa, como había hecho hasta ahora en esta nueva etapa.
Retomamos a Matt Murdock enredado entre su nuevo puesto de agente de la provisional, su afán por abandonar el traje de Daredevil, y su particular y compleja guerra contra el delito en Hell´s Kitchen. Su particular manera de luchar contra la delincuencia, da tumbos entre, su complicado romance con la nuera de la señora Izzy, cabeza de la familia Libris, recuperar la confianza en su fuerza y sus habilidades de la mano de una reaparecida Elektra, y convencer al detective Cole North de que él no debe ser el objetivo de la policía, sino la corrupción que impera en la policía y en la administración de la ciudad. La decisión de Kingpin de alejarse personalmente de sus negocios sucios, dedicarse de pleno a la alcaldía y legalizar el consumo de marihuana, sumado a la desaparición de Daredevil, ha dejado un jugoso espacio para que personajes clásicos como el Búho o Cabeza Martillo luchen por ocupar el liderazgo de la delincuencia en la ciudad. Sin embargo, y para sorpresa de Wilson Fisk, será una gran familia de multimillonarios, los Stromwyn, quienes presentarán el mayor órdago contra su persona y sus intereses en la ciudad.
En este arco argumental y en la línea de los dos anteriores liderados por Zdarsky, nos adentramos en esa faceta que tanto me gusta de las historias de Matt Murdok y Daredevil. Me refiero a ese acercamiento al género negro, policíaco, en el que la lucha por el poder y control de la ciudad, la presencia oscura de la corrupción policial, y la batalla sucia y sangrienta entre las familias y bandas mafiosas por obtener el control de las calles, forman el núcleo argumental de las tramas. Si además, nos encontramos con un Matt Murdock embargado en sus dudas e inseguridades, pero decidido a superarse y enfrentarse a sus enemigos, pase lo que pase, ya tenemos todos los ingredientes necesarios para los que amamos al más clásico y "noir" Daredevil. Y esto se potencia con la ausencia del propio protagonista disfrazado en su traje rojo, humanizando al protagonista en todas sus facetas. La aparición de Elektra o algunos de sus más clásicos enemigos, además de la presencia de North, ese policía con un pasado que quiere olvidar, pero que es fiel defensor de la justicia y la ley, además de ese otro leitmotiv con las dificultades por las que pasa Kingpin, completan una gran trama.
Etapa magníficamente dirigida por la firme mano de Chip Zdarsky, absoluto cabeza visible de la recuperación del protagonista, en base a la construcción de un guion lleno de rincones oscuros, traiciones, tiroteos, turbios asuntos y mucha corrupción. Los mejores aditamentos para entretener al más exigente seguidor el personaje, antes denostado por Charles Soule. ¡Qué malas son las comparaciones, pero qué justas al poner a cada uno en su lugar! A este nombre tenemos que sumar la presencia de dos dibujantes de gran nivel. Por un lado el titular Marco Checcheto, que particularmente a mí me tiene absolutamente ganado, y por otro, el español Jorge Fornés, auténtico descubrimiento y digno compañero en esta fantástica historia que está poniendo en su lugar a nuestro Daredevil. Si bien, ambos dibujantes practican estilos absolutamente distintos, es tal la calidad de ambos, que no solo no importa la variedad en sus presentaciones, sino que increíblemente aumentan la calidad del cómic y de sus tramas, para mí, especialmente adictivas. Lástima que, como decía al inicio, a partir de ahora la entrega de los números será individual y no en forma de dos números. Queda por decidir como terminará la terrible lucha que está teniendo lugar en Nueva York y en la Cocina del Infierno por hacer imperar la ley, ya sea la del más fuerte o la del más justiciero... Veremos a dónde nos lleva la trama de Zdarsky. Y, lo que no es poca cosa, si nuestro Matt Murdock recuperará su traje rojo en su lucha contra corrupción y su verdad.
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