Etiquetas

jueves, 3 de marzo de 2016

"El hombre que amaba a los perros" - Leonardo Padura

El escritor cubano, recientemente galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015, Leonardo Padura, publicó en 2009 esta novela que narra los acontecimientos que rodearon el asesinato de León Trotski. Como bien todos saben, el autor de este acto criminal fue el español Ramón Mercader, miembro del partido comunista, quien golpeó al líder revolucionario con un piolet en la cabeza. Padura se embarca y nos invita a acompañarle en una largo viaje a lo largo de treinta años, en los que nos narra, la vida paralela de ambos personajes, de la mano de un cubano, confesor involuntario y también amante de los perros. Porque, efectivamente, es el amor a los perros, el gran y único nexo de unión entre los tres personajes.
 
A lo largo de treinta capítulos, Padura nos narra, desde el casual encuentro en una playa de un veterinario cubano con un maduro español republicano en el exilio, la trayectoria paralela de Trotski y Mercader, desde que el primero es expulsado de la Unión Soviética y el segundo, en plena Guerra Civil española, es reclutado por el NKVD. Desde ese mismo momento sus destinos se ven ligados, no solo hasta la muerte de Trotski, sino hasta los años 60, ya que el autor, alarga la larga sombra de este asesinato hasta los personajes que fueron testigos indirectos de las consecuencias del asesinato. Por ello, se puede decir, que esta novela aprovecha el acontecimiento que narra, para desarrollar parte de la historia, la más oscura y negra, del comunismo soviético, desde la figura de los primeros revolucionarios, pasando por Stalin y Jrushchev.

Padura realiza un novela basada en un imponente estudio histórico de los sucesos que acontecieron alrededor de ambas figuras. Trostki, sin pelos en la lengua, auguró en los años treinta los movimientos de poder y autoridad de su antiguo compañero Stalin. Desde ese mismo momento se vio relegado de la política y exiliado, primero en la propia URSS y posteriormente a lo largo de varios países de Europa, hasta recalar en Méjico, de la mano del pintor Diego Rivera y su compañera Frida Khalo. Su deambular por Francia, Dinamarca y Noruega, fue un auténtico suplicio. Stalin ordenaba a sus fuerzas comunistas en el extranjero presionar a los gobiernos para evitar una estancia duradera. Mientras, muchos de sus excompañeros eran eliminados en la Unión Soviética, en las continuas purgas ordenadas por Stalin. La lucha por una revolución soviética pura y solidaria, basada en el pueblo ruso, llevaba continuamente a Trotski al enfrentamiento con el georgiano, basándose en que éste estaba convirtiendo la revolución en algo propio, burocrático y piramidal, en contra de los orígenes idearios de la revolución, peleada y sangrada por el pueblo y para el pueblo. Tras verse obligado a dejar Europa, miembros de su familia y cercanos colaboradores fueron asesinados y el cerco a su alrededor se fue estrechando hasta confinarle en una casa fortaleza en la que encontraría su fin.

Mientras esos años transcurrían, el servicio de inteligencia soviético, preparaba el asesinato de tan incómodo personaje. Para ello, se fichó a un  joven catalán, que durante la Guerra Civil española, en plena Sierra de Guadarrama, fue contactado por su madre y por un agente de la NKVD, para su gran misión. Educado, entrenado y manipulado para convertirse en otra persona, año tras año, fue preparándose para su único fin, asesinar a Trotski, traidor a la patria y a la revolución. Fue en Méjico donde logró contactar con él y finalmente asesinarle. Esto sucede en el libro, cuando todavía quedan por terminarlo alrededor de 150 páginas. Porque Padura, quiere explicar al lector, no solo qué sucede con Mercader tras el asesinato, sino cómo va descubriendo el por qué del mismo, su verdadera misión. Sus pensamientos, los nuevos encuentros con otros protagonistas de la historia, nos plantearan la realidad de la pesadilla que rodeaba a Stalin y su idea de la Unión Soviética, no solo durante su gobierno, sino también los efectos de éste tras su muerte.

La capacidad del escritor cubano de plasmar la vida de estos personajes, se complementa con un gran cuadro histórico de la influencia y el desarrollo del mundo comunista alrededor de Stalin durante estos treinta años. Desde la intervención soviética en la Guerra Civil española, hasta la lucha de poder de comunistas, anarquistas, trotskistas en una Cataluña que representó una auténtica guerra civil dentro la propia guerra española. Pasando por el abandono de la URSS a la República española o los pactos en Europa con Hitler y las terribles purgas tanto en el ejército, en los ideólogos y políticos por parte de Stalin,  hasta visualizar la terrible herencia de la Rusia post Stalin. Todo este entorno alrededor de  la URSS, enlaza con las decisiones que se sucedieron alrededor de Trotski y Mercader, manipulados ambos, como marionetas al capricho del dictador. Un gran escenario focalizado en ambos personajes, que nos muestran el entorno comunista en el mundo, sus luchas de poder y ambición por influir no solo en las personas, sino también en los países donde se encuentran, incluido Cuba, siempre presente en la narración de Padura, sobre todo en los años 70  y posteriores, donde el protagonista veterinario, testigo indirecto de esta historia vive las miserias y penurias de un país marginado.

La escritura y narrativa de Padura, fluye con una abundante riqueza de vocabulario, expresiones, profundidad narrativa y sobre todo mucho sentimiento. Sus actores supuran idealismo, sufrimiento, no solo por ellos, sino por sus creencias y su misión en el mundo. Además de Trotski y Mercader, otros personajes profundos y con gran trascendencia navegan y fluyen en la inmensa narrativa del autor. Caridad, la madre de Mercader; Africa, una antigua amante; Silvia, la mujer que introducirá a Mercader en el mundo de Trotski; o la propia Natalia, la fiel esposa del viejo revolucionario, son personajes femeninos que dejan una profunda huella en esta magna novela. A estas hay que añadir el siempre presente agente que fichó a Mercader. Con diferentes nombres e identidades, es el auténtico punto de unión entre los dos protagonistas y el mundo manipulador y criminal de Stalin. 

En conjunto, debo reconocer que me he encontrado con una gran novela, llena de historia, de profundos personajes, de sentimientos encontrados y sobre todo de personas traicionadas. Traicionadas por su destino, por sus propios ideales. Y curiosamente algo más les ha unido en su largo viaje por la vida. Sus únicos compañeros fieles, a lo largo de tantos y tantos años de lucha, entrenamiento, pérdidas de seres queridos y decepciones, han sido los perros, especialmente los tan amados galgos rusos, llamados Borzoi. Porque estos hombres, ambos, Ramón y León, amaban a los perros, por encima de todas las cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.