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lunes, 21 de octubre de 2019

"La sinfonía del tiempo" - Álvaro Arbina

"La sinfonía del tiempo" es la segunda novela del escritor vitoriano Álvaro Arbina y fue ganadora del Premio Hislibris a la Mejor Novela Histórica de 2018. En sus páginas recorre gran parte del último cuarto del siglo XIX hasta llegar a los meses previos del inicio de la IGM en 1914, y lo hace desde el punto de vista de una familia vizcaína, los Mendíbil/Zulueta o Zulueta/Mendíbil, según como se mire, enfrascada en una intensa búsqueda en el pasado de alguno de sus miembros. Pero el autor no restringe su exposición al entorno más cercano de esta familia relacionada con la gran industria bilbaína del cambio de siglo. Arbina aspira a realizar un recorrido por la política historica no solo nacional sino también internacional. Y lo consigue gracias a un elocuente y muy acertado ejercicio de contextualización de la novela en su entorno histórico.

La desaparición del marido de Elsa Zulueta en un viaje a París, hace que ésta regrese al hogar familiar siguiendo unas extrañas pistas encontradas cuando fue en su búsqueda en la capital francesa. A partir de este momento, el pasado de la familia pasará a protagonizar un intrincado conjunto de señales, desencuentros y mentiras, que no solo implicarán a la joven en su entorno más cercano, sino que llevará de calle a los departamentos de inteligencia de media Europa. Mediante este argumento, el autor emprenderá un camino tortuoso en el descubrimiento, no solo de la historia familiar de los Zulueta/Mendíbil, sino también de la historia de España y de Europa de aquellos años. Y lo conjuga a las mil maravillas, ensamblando con idas y venidas el devenir de la saga familiar, en paralelo a momentos claves para España, como las guerras carlistas, su presencia en Cuba, el politiqueo en Madrid con los gobiernos de Dato, Prim, o Cánovas del Castillo, así como la importancia de la siderurgia vizcaína a nivel local y nacional. Pero la cosa no queda ahí, sino que la ambición en extender las tramas, nos llevarán de viaje a París y sus Exposiciones Universales, a Oxford y sus estudiosos y eruditos, a Londres a la Agencia de Inteligencia Exterior y a los campos de Sudáfrica en plena guerra Boer. 

A primera vista podría pensarse que nos encontramos ante un batiburrillo de tramas, espacios y situaciones difícilmente asimilables. Y, sin embargo, Álvaro Arbina logra que todo fluya con normalidad, como si los acontecimientos confluyeran con naturalidad en un contexto histórico con asombrosa facilidad. Esta claro el enorme ejercicio de documentación y estudio que el novelista ha tenido que llevar a cabo, para conformar una completa y compleja trama llena de nudos y desenlaces, vueltas hacia delante y hacia atrás cronológicamente hablando, con el que logra presentar al lector un periodo histórico perfectamente contextualizado en su época y más aún en el retorcido misterio que rodea a la familia vizcaína. Todo ello lo realiza conforme a tres pivotes claves. Por un lado la Historia con mayúsculas. Por otro, la consecución de una saga familiar delimitada en un entorno geográfico e histórico, perfectamente presentado y, para finalizar, aunque sorprenda, mucho de la novela se basa en algo tan inmutable como el amor. Con este fondo argumental y este ensamblaje, buena parte del fin buscado estaba conseguido.

Sin una forma ecuánime, sin una narrativa suficientemente locuaz y segura que diera firmeza a la historia, sin una capacidad sólida para contar todo que conlleva esta novela, el esfuerzo previo, seguramente se hubiera visto desbordado por los datos, fechas y viajes que rodena a los protagonistas. Por ello debo llamar la atención sobre su manera de llevar a negro sobre blanco, esta extraordinaria historia. Bien podría decirse que su prosa parece recargada y especialmente acompañada de adjetivos y descripciones tan visuales como sensitivas. Al comenzar su lectura parecía que esta característica podría lastrar la lectura de la novela. Pues bien, todo lo contrario. Resulta todo tan bien ensamblado y conjugado que, en vez de pesar, acompaña con gusto al argumento, acompasando con su lectura la historia de la familia. Sus descripciones enriquecen a los personajes y los lugares en que se encuentran, mientras se adentran en las situaciones históricas en las que se empeñan en intervenir y, todo ello, formando un conjunto fluido, concentrado y compenetrado, haciendo que el lector, en mi caso, lea con ritmo y adicción página tras página, casi sin darse cuenta. 

En definitiva, "La sinfonía del tiempo" me ha resultado una lectura tan apasionante y envolvente, que no tengo más remedio que recomendar que el potencial lector se adentre en los vericuetos y misterios que rodean a esta familia vizcaína, en la que el amor es el detonante de sus vidas y el transcurso de la Historia, la carretera por la que circulan.     



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