De la mano de Movistar, durante este verano se ha estrenado en televisión esta serie distribuida en EEUU por Showtime y producida, entre otros, por Matt Damon y Ben Affleck. La trama transcurre en los años novena en Boston. El robo de un furgón blindado y la muerte de sus tres ocupantes se produce al mismo tiempo de la llegada a la fiscalía de un joven abogado afroamericano. Sus ideales, su visión de la ley y el componente racial que lo acompaña, harán que sus métodos sorprendan a propios y extraños, en una ciudad donde la corrupción policial y el racismo campan a sus anchas. Dará la casualidad de que la investigación del caso en cuestión le hará confluir en sus fines con un veterano agente del FBI, famoso por su efectividad, pero también por sus malas artes y sospechas de corrupción policial. A partir de ese momento ambos, con diferentes métodos e intereses, irán de la mano en la investigación del robo y asesinatos.
Pero esta serie va mucho más allá. No es de las que se quedan en la superficie del trabajo de la fiscalía y de la policía de Boston. Las tramas navegan en todo el universo que rodea a los bajos fondos de la ciudad, incluido el tráfico de armas y drogas, así como las vidas personales y, en ocasiones complejas, de los delincuentes y los llamados a defender la ley. La cotidianidad de los primeros, conviviendo con los conflictos propios de los barrios periféricos de Boston, caldo de cultivo del crimen y la drogadicción, muestran la dureza del día a día de aquellos que viven de la delincuencia, a veces con conocimiento de la policía, de la que algunos ejercen de confidentes y chivatos. A los segundos no les faltan los problemas. Unos, como policías y agentes de calle, se aprovechan de los delincuentes más débiles para utilizarlos en su beneficio, cayendo en un universo de corrupción, alcoholismo y ruptura familiar. Otros, como el fiscal, son nuevos en una liga de blancos, de corrupción policial y mala praxis, además de encontrarse en tierra de nadie, entre la comunidad negra que lo ve como un traidor y su entorno de trabajo, que lo tiene por un intruso.
City on a hill es una serie propiamente bostoniana, al más estilo de escritores como Dennis Lehane. Está magníficamente ambientada. Como protagonistas encontramos a un sobresaliente Kevin Bacon, realizando una portentosa interpretación del rastrero pero efectivo agente del FBI. Sin duda es un actor que conforme suma años, elige mejor sus papeles. Le acompaña un casi desconocido Aldis Hodge como el fiscal idealista que tendrá que bajar al nivel de barro para enfrentarse con la realidad de la lucha contra la delincuencia en Boston. EN el papel de uno de los delincuentes, el ya conocido por otras series, Jonathan Tucker, funciona bien en su papel. Les acompañan un buen plantel de secundarios, lo que conforma una serie notable tanto por sus tramas, dirección e interpretaciones. Interesante acercamiento al mundo de los confidentes, los problemas raciales, la droga, la corrupción y la delincuencia... No es una serie especialmente novedosa, pero es francamente recomendable, si señor. Y por cierto, parece ser que habrá segunda temporada.
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