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jueves, 9 de mayo de 2019

"Alexander. La extraordinaria historia de Alejandro Farnesio" - Luis de Carlos

Desde que un buen amigo me avisó de la publicación de esta biografía, tenía en mente no dejar pasar la oportunidad de hacerme con ella. El personaje y la época me atraían sobre manera y no es fácil encontrar en español una biografía completa del personaje en cuestión. El resultado de la lectura ha sido francamente satisfactorio. El autor, Luis de Carlos, abogado de profesión, es patrono de la Fundación de Amigos del Museo del Prado y diputado de la Fundación Carlos de Amberes. Su fascinación por Alejandro de Farnesio le llevó a embarcarse en un exhaustivo estudio biográfico de su figura, cuyo resultado queda plasmado en este volumen publicado por Ediciones Crítica. Sin ser historiador, el autor consigue acercarse al Duque de Parma, título que no heredó hasta 1586, desde un punto de vista bastante objetivo, aunque sin evitar cierto rastro de admiración por el personaje. Luis de Carlos realiza una detallada, fundamentada y muy estudiada biografía de uno de los grandes personajes políticos y militares de último cuarto del siglo XVI.

Alejandro Farnesio nació en 1545. Fue nieto de Carlos I de España y V de Alemania, y biznieto del papa Paulo III. Sus padres Margarita de Austria y Octavio Farnesio predeterminaron su vida entre la corte española y la casa de Parma. Por un lado su madre fue gobernadora de Flandes durante la infancia Alejandro y su padre luchó con fervor y conciencia por el Ducado de Parma y una de sus piezas claves, Piacenza, ciudad que a lo largo de los años mantuvo abierto cierto litigio entre Felipe II y el propio Alejandro. A lo largo de los dos primeros capítulos de la biografía, se muestran los primeros pasos del joven Farnesio en su vida pública y privada. Fue bautizado por Ignacio de Loyola y su tío y padrino fue uno de los cardenales más importantes de la época en Roma. Durante sus estudios en Alcalá conoció a su también tío Juan de Austria, que prácticamente tenía su misma edad, con quién participó y luchó en Lepanto, lugar y cita histórica que ocupa el tercer capítulo del libro. Disfrutaba de una preclara capacidad militar, además de tener un talante duro cuando se necesitaba, pero conciliador, en momentos complicados como los que sufrió más adelante, durante su estancia en Flandes, Por cierto, su casamiento con María de Portugal lo situó en la linea hereditaria del reino portugués, algo que no se llevó a efecto dada la privilegiada posición de su tío Felipe II, quien se proclamó rey de Portugal en 1580.

Fue tras la muerte de Luis de Requesens, cuando D. Juan de Austria fue nombrado gobernador de Flandes. Tras los gobiernos de la madre de Farnesio y del Duque de Alba, la situación en aquellas tierras era especialmente complicada. Protestantes y católicos se enfrentaban al gobierno español y, como señala el propio Luis de Carlos, la presencia de Don Juan, corta y no muy acertada, por el desgobierno creado durante el cambio de gobernador, colocaron a Flandes en uno de los momentos más críticos de la corona española en aquel territorio. Este periodo de confusión se valora y explica en el capítulo cuarto. Felipe II ofreció a Margarita ocupar la gobernación por segunda vez, pero con la colaboración de Alejandro. Muy interesantes las páginas en las que se desarrollan las rencillas que tuvieron madre e hijo por la gobernación de Flandes. Luis de Carlos se explaya mostrando multitud de cartas y crónicas para explicar las diferencias políticas entre Margarita y Alejandro a la hora de quién y cómo gobernar la provincia. El pulso fue ganado definitivamente por el hijo, ya con cierto halo de estratega y competente militar. Es en el siguiente y quinto capítulo, donde la figura de Farnesio toma absoluto protagonismo desde el mismo momento en que es elegido gobernador de Flandes por Felipe II en el año 1578, puesto que ocupó hasta su fatídica muerte en 1592, años en los cuales no dejó de servir con fidelidad y sentido común a su rey, a pesar de los muchos desencuentros que tuvieron. 

A lo largo de los tres últimos capítulos, el autor desgrana con gran detalle y concisión las tres grandes etapas definitorias en la vida de nuestro protagonista. El ascenso imparable de Farnesio en su gobierno en Flandes, logró entre otras cosas, afianzar las provincias católicas bajo la alianza y el poder de España, conformando más o menos la actual frontera entre Bélgica y Holanda. Las victorias y ciudades tomadas se manifestaron a lo largo y ancho de los años 1579 a 1587, mostrando el cénit del poder y dominio militar del susodicho gobernador. La intervención miliar y financiera de Inglaterra a favor de Mauricio de Nassau, heredero de Guillermo de Orange, llevará a Felipe II a organizar la invasión de Inglaterra y la formación de la Armada Invencible. Con este acontecimiento y su desastre comienzan las desavenencias con Felipe II, ante las severas dudas de Farnesio en vistas a lograr el objetivo deseado por su rey y su preferencia por lograr una digna paz con la reina Isabel. El autor desgrana tanto el juego de espionaje y contraespionaje llevado a acabo por ingleses y españoles, como el desarrollo y cambio de planes en el plan estratégico con el que se intentó conjugar flota y tropas, con el fin de logra una invasión casi utópica.  Además hay que tomar buena cuenta de la falta del factor sorpresa, el poco calado de los puertos en Flandes, la adversa metereología, la perfecta práctica en la táctica de la armada inglesa y otros factores. Con todo, el autor no duda en remarcar la directa responsabilidad de Felipe II en el fracaso, justificando la posición y las decisiones tomadas en este asunto por Farnesio.

Tras la debacle de la Armada en 1588, la situación del Duque de Parma se complica. A las acusaciones por su actuación en dichas jornadas, se une la falta de dinero para mantener las tropas en armas, un problema del que no logrará desprenderse nunca de aquí en adelante, a lo que se suma la compleja situación en Francia, donde Enrique III designa heredero a Enrique de Navarra, hugonote de religión. Las tensiones en aquel país se tornan en guerra civil y otra vez, Felipe II insiste en crear un nuevo frente a Farnesio para apoyar a la Liga Católica Francesa. De nuevo, nuestro protagonista se enfrenta a su rey, ante la problemática de mantener ambos frentes, con un limitado número de tropas y sobre todo una falta de financiación importante. A esto se unen los graves problemas de salud del de Parma, iniciados ya en 1589, los cuales le harán acudir repetidamente a tomar baños a la ciudad de Spa. Aún con todo, tras mostrar repetidamente su descontento, Farnesio no solo acudirá a Francia siguiendo las órdenes de Felipe II sino que además lo hará en sendas ocasiones, logrando importantes victorias que le llevarán, primero a tomar París y segundo a rescatar Ruan del asedio de los hugonotes y Enrique IV. Mientras las ciudades y posiciones en Flandes caían sin remedio y las críticas contra él en Bruselas crecían, Felipe II le llamó a Madrid, ordenándolo entrar otra vez en Francia, donde murió enfermo y agotado en Arras, la noche del 2 al 3 de diciembre de 1592, sin conocer la decisión de su monarca de cesarlo como gobernador de Flandes.

Una apasionante biografía para un apasionante personaje. Como he dicho inicialmente, Luis de Carlos, desarrolla con acierto y cierta pasión, la vida del insigne Duque de Parma, con un gran nivel de detalle e información, devenido de un extenso estudio bibliográfico, desarrollado en casi trescientas páginas de notas que acompañan este magno trabajo de investigación y recopilación de datos, crónicas, cartas y fuentes originales.