Etiquetas

miércoles, 23 de octubre de 2013

"La Liga de los hombres extraordinarios"

Revisioné hace pocos días esta película realizada en el año 2003, dirigida por Stephen Norrington y basada en uno de los clásicos del cómic más reverenciados del creador Allan Moore. Las espectativas creadas durante su estreno hace diez años era bastante grande. Por un lado el director había dirigido en 1998 una película que, en mi opinión, dió un nuevo sentido a las películas de vampiros. Blade, interpretada por Wesley Snipes, también fue una adaptación de un cómic y el resultado de la película, sobre todo sus minutos iniciales, fueron muy comentados por los aficionados del cine fantástico. Por otro lado, Stephen Norrington, tenía entre sus manos un material extraordinario para crear la que podría haber sido una película que dejara huella. El cómic de Allan Moore y Kevin O´Neill, creado en el año 2000, marcó un antes y un después en el imaginario del género. Desgraciadamente la impresión que tuve después de este segundo visionado de la película, es la misma, sino peor, que entonces.

El director tomó como base el cómic pero lo deconstruyó a su gusto (o al de la productora de turno), destrozando una historia y un mundo que nos sitúa en la Inglaterra Victoriana de 1898, convirtiendo la creación de Allan Moore en un simple fastiche al servicio de un entretenimiento mal entendido. En la película protagonizada por Sean Connery, la corona Británica reúne a un grupo de personajes singulares para localizar y derrotar a un malvado que pretende provocar una guerra mundial. Hasta aquí, la base de las tramas del cómic, coinciden más o menos. Sin embargo, poco a poco nos damos cuenta que el guión de la película es un simple reflejo de la obra creada por Moore.
Además de modificar la trama, incluye dos nuevos protagonistas al equipo, Dorian Gray y Tom Sawyer. Bien es verdad que el aporte del protagonista de la eterna obra de Oscar Wilde, no es del todo desacertado. Sin embargo, el Tom Sawyer con pelucón, que nos presenta en esta película es totalmente patético. Por otro lado se inventan un personaje que encarna al llamado Fantasma, que ejerce de malo malísimo, que no hace mas que huir a lo largo de toda la película. Además, de desaparecer otros personajes del cómic original. La ambientación no es nada buena y los diseños de escenarios y maquinarias, no se parecen nada al cómic. El tratamiento de los personajes, resulta muy simplón e infantil, frente a los claros oscuros, las miserias y secretos inconfesables de los protagonistas del cómic, que gozan de un perfil mucho más adulto.
En definitiva una película para olvidar, que desmerece la creación imaginativa y fantástica del grandísismo guionista Allan Moore. Sin ninguna duda hay que hacerse con el cómic, disfrutarlo y saborearlo, y jugar con una visión de la época de finales del XIX con un estilo steampunk muy logrado y un argumento con infinidad de guiños a la literatura de fantástica, de suspense y aventuras de la época Victoriana.