¿Por qué esa manía de cambiar el título de una película en inglés por un título en español diferente al original? Este es el caso de esta película protagonizada por Paul Bettany y y Jennifer Connelly. De un título efectivo y directo como el original Creación pasamos a uno más efectista y que da demasiadas pistas al espectador sobre la trama de la película Las dudas de Darwin.
Pues efectivamente esta película nos cuenta la vida del científico Darwin, una vez que ha regresado de sus viajes y se ha establecido en Inglaterra, formando una familia y educando a sus hijos. Podemos decir, que el argumento juega con dos situaciones. La primera, la muerte de una de las hijas de Darwin, con apenas 10 años. La segunda, las dudas y conflictos que le produjo en esa època la intención de escribir el novedoso libro "El origen de las especies". La película enlaza estas dos ideas, en las que centra la trama, presentándonos a un Darwin enfermo, que se enfrenta a la muerte de su hija, la creencia en Dios y el resultado de sus investigaciones sobre el origen y evolución de las especies. Estos asuntos, le llevarán a tener un enfrentamiento con su esposa, profunda cristiana y el entorno de su comunidad. Todo ello hará que el matrimonio atraviese, no sólo una severa crisis sentimental, sino también sobre sus creencia como consecuencias de sus estudios científicos.
A primera vista el argumento tiene interés suficiente para ensamblar una buena película, pero ya sea por la monotonía del guión o la incapacidad del director Jon Amiel, esta producción acaba aburriendo y no termina de cuajar en la pantalla. Las interpretaciones de los protagonistas, matrimonio en la vida real, están desajustadas. Bettany peca de sobre actuación y Connelly, queda muy fría, pétrea, frente a la que debería ser su defensa de la fe crisitiana frente a los pensamientos de su marido. Como secundarios, los siempre sólidos Toby Jones y Benedict Cumberbatch, cumplen su función en sus escasa intervenciones. Insufrible, en mi opinión, la aparición constante de la hija fallecida, en los sueños y desvaríos de un desorientado Darwin.