"Punto cero" - Seicho Matsumoto

Del insigne y reconocido escritor japonés Seicho Matsumoto, hasta ahora he reseñado en este blog, dos de las cuatro novelas traducidas y publicadas por Libros de Asteroide. Se trata de El castillo de arena y Un lugar desconocido, ambas ejemplo del buen hacer y del estilo de un prolijo escritor que en su faceta de creador de novelas de género negro, demuestra su gran capacidad de crear interesantes tramas en base a dos factores. El primero, absolutamente atractivo para el lector occidental actual, muestra una clarividente visión de la realidad de la cultura japonesa enmarcada en las décadas posteriores a la derrota y rendición frente a los aliados en la 2ª G.M. El segundo, es el estilo tan personal de un escritor que describe con detalle las tramas propuestas y los escenarios en los que se desarrollan, no solo situando perfectamente al lector en aquellos lugares protagonistas de sus casos, sino también aportando puntualmente y con todo  detalle, toda la información que manejan los personajes, para poder discernir y desenredar los entuertos a los que se enfrentan.

En esta ocasión, la protagonista de la novela es una joven mujer de Tokio. Todavía soltera con veintiséis años, una edad ya avanzada para la sociedad de años cincuenta en los que se desarrolla la novela, se casa de manera concertada y por mediación de una casamentera, con un hombre maduro. Al poco de la boda, el hombre desaparece en un viaje realizado a una región costera al norte del país donde habitualmente trabajaba, antes de trasladarse a vivir con su esposa a la capital. La joven desconcertada, decide tomar la iniciativa de viajar a aquel recóndito lugar para intentar localizar a un marido al que apenas conoce de nada y del que irá descubriendo un pasado para ella desconocido hasta entonces. De la mano de un compañero de trabajo del desaparecido y enfrascada en una ardua labor por desenmarañar los cabos  encontrados y conectar una serie de muertes que van apareciendo en su camino, de manera disgregada y aparentemente sin ningún nexo de unión, la protagonista irá descubriendo el pasado de aquel hombre con el que se ha casado.

Como decía antes, la novela se desarrolla en los años cincuenta, unos que quedaron marcados en aquella sociedad por la ocupación estadounidense del país tras la guerra. En ella se presentan las dificultades que sufrió Japón y sus ciudadanos, especialmente las mujeres, ante la derrota total y la presencia de las tropas occidentales. Seicho Matsumoto conjuga en su trama, el interesante caso a investigar por la joven esposa, con el recuerdo que marcó al país tras el choque cultural entre tradición y modernidad vivido por aquellas personas que tuvieron que sobrevivir tras la guerra, y que posteriormente reanudaron su vida en una sociedad todavía deudora de sus firmas tradiciones y modos de vida. 

El encaje realizado por el autor, en un rompecabezas lleno de rincones oscuros, silencios buscados y memorias tendentes a olvidar, es maravilloso detallado. Su  narrativa, como suele ser habitual en Matsumoto, navega en una serie de idas y vueltas dramáticas a los lugares y los escenarios que sustentan el entramado de la búsqueda de la protagonista, en un ejercicio por presentar al lector todas las posibles soluciones al entuerto creado por la desaparición de su marido. Como he comentado en mis anteriores reseñas de sus novelas, su estilo puede resultar un tanto reiterativo en la presentación de la información mostrada al lector, pero todo tiene sentido conforme avanzan sus páginas, atrapando al lector sin remedio en su enmarañada e inteligente presentación del proceso analítico de la investigación del caso en cuestión. Además, su literatura acerca con detalle al lector occidental a las tradiciones, a la cultura y a los modos sociales de la sociedad japonesa de la época, un perfecto campo de cultivo para construir y desarrollar su obra novelística. Os aseguro que el que cae en las redes narrativas de este escritor de referencia en el género, repite, lo tengo comprobado.