Rob Reiner era un director heterogéneo, sin un perfil cinematográfico claro, en cuanto a género o estilo. Sin embargo, algunas de sus películas han marcado a toda una generación, y casi todas ellas, muestran un cariño especial por hacer buen cine, que a estas alturas no es poco. A Rob Reiner y a su mujer fueron asesinados por un hijo problemático y conflictivo, y quizás por ello, por esta causa, su pérdida, la pérdida del director, todavía es más dolorosa. Descanse en Paz. Aquí van como homenaje mis películas favoritas y un pequeño video, que a buen seguro, lo serán de todos los que leáis ese homenaje. Poco que descubrir, pero mucho que agradecer.







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