Hace un par de años reseñé por estas páginas el cómic creado por Dimitri Armand y Pierre Dubois. Su protagonista llamado Sykes, era un agente de la ley en el lejano oeste del último cuarto del siglo XIX. Quedaron tan contentos y satisfechos de esta aventura que el pasado año volvieron a juntar guion y dibujo para construir una nueva historia, esta vez con un protagonista nuevo, dando cabida en sus páginas a aquel personaje que los unió en tan productivo y notable proyecto.
Texas Jack es un empresario de un circo dedicado al Far West, en el que junto a otros protagonistas, interpretan los tiroteos, cabalgadas y los duelos de los que tanto han oído contar la gente, niños y mayores, que acuden a su espectáculo. Sin ir más lejos, su fama le ha llevado a publicar una serie de novelas en las que persigue y vence a villanos forajidos del oeste americano. Un día, un agente y representante del gobernador de turno acude al circo para ofrecerle participar en la búsqueda y captura de un asesino y forajido que esta asolando una tierras hasta entonces ocupadas por familias que lo ha invertido todo en sus granjas. A pesar de ser un consumado tirador, Texas Jack jamás a disparado a un ser humano, pero el hecho de que le prometen que se reunirá con un oficial de caballería y sus soldados, le convence a él y a sus compañeros, a acudir al servicio del Estado. En su camino, no solo sufrirán emboscadas y se enfrentarán a una conspiración organizada por importantes entes empresariales sino que, además se cruzará con Sykes y sus compañeros caza recompensas, en su afán por descabezar y rendir al villano de turno y a sus salvajes seguidores.
De nuevo, Dubois y Armand realizan un gran trabajo de ambientación y guion, en un notable álbum publicado en España por Yermo Ediciones. La historia del cómic va más allá de la mera aventura, salpicando sus páginas del afán del pistolero circense por convertir en realidad la ficción que aparece en las novelas que protagoniza. Su implicación le hará enfrentarse a la verdad y crudeza de la violencia, la muerte y situarse frente a ella sin trampa ni cartón. En primer lugar, será el propio Sykes quien pretenda abrir los ojos del empresario y sus compañeros, pero será su cruce con el villano y bandolero al que persiguen, lo que le hará ver toda la crudeza, de previas fantasías y aventuras de folletín. Y si el guion no tiene apenas fisuras, englobando historias de amor, venganza, persecuciones y tiroteos, no podemos contar más que bondades de un dibujo y unas ilustraciones, magníficamente ambientadas y plenas de detalle. En definitiva una gozada de cómic, que formará una espléndida pareja con el tomo dedicado a Sykes. Lástima que éste fuera publicado por Ponent Mont y el que aquí reseño por Yermo, más que nada por la diferencia de tamaño de ambos tomos, ganando en presencia y tamaño el dedicado a Texas Jack.
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