1938. Prisión del Fuerte de San Cristóbal en las cercanías a Pamplona. Se produce la mayor evasión de presos de la historia. La meta de todos ellos es cruzar la frontera de Francia y escapar de sus captores, antes de ser acorralados y ser devueltos a la cárcel o ser fusilados en el mismo monte. En la actualidad. Mikel, periodista de un periódico de la capital navarra, sale a correr como todos los días por el paseo del Arga y se encuentra con el cadáver de un hombre mayor en la orilla del río. A su lado, un pequeño cuaderno o diario llama su atención. Se lo mete en el bolsillo y avisa al 112.
Estas son las premisas sobre las que la navarra Amaia Oloriz construye esta novela dedicada a la Memoria Histórica y a aquellos hombres que sufrieron y padecieron encierro y persecución durante la Guerra Civil, particularmente quienes protagonizaron esta evasión en particular. Si bien es cierto que los protagonistas son personas inventadas, está claro que están basados en individuos que en su deseo por huir a Francia fueron capturados, asesinados y enterrados en aquellos montes en los que afrontaron su búsqueda de la libertad. Por medio de una serie de personajes, entre los que principalmente encontramos a Mikel el periodista y Javier, hijo del anciano encontrado muerto en el Arga, la autora realiza una novela cercana al género de suspense para encaminar al lector en la intra historia de aquellas familias que, setenta años después de la finalización de la guerra, desconocen qué les sucedió a sus familiares desaparecidos. Todo ello les llevará a para embarcarse en una búsqueda llena de dificultades y desagradables sorpresas, en su deseo por cerrar viejas heridas y dar la sepultura debida a sus seres queridos.
La autora construye una interesante e intensa trama en la que los procesos de investigación, búsqueda de personas y la recuperación de recuerdos se entrelazan en la construcción de esta novela de suspense. Si además, implica en sus personajes, profundas relaciones de pareja, amistades en la cuerda floja o el día a día del trabajo en un periódico en el tratamiento de una historia o en las propias instituciones públicas que gestionan los informes de la Memoria Histórica, nos encontramos con un conjunto que encaja bien como propuesta de lectura en el afán de atrapar el interés del lector. Su narrativa es sencilla y clara, dotada de tramos más íntimos y algunos momentos de cierto toque poético, en referencia, sobre todo, a los sentimientos personales de alguno de los protagonistas. Todo se funde bien en la novela. Las tramas y los hilos fluyen bien en ésta, la primera novela que leo de la autora y a la que seguro revisitaré más adelante.
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