Adaptación de la novela autobiográfica de J.R. Moheringer y dirigida por George Clooney, estamos ante una interesante película que, como otras películas estrenadas en plataformas varias, ha pasado bastante desapercibida en su estreno en Amazon Prime. La trama se basa en la infancia y adolescencia del propio escritor, cuyo padre, locutor de radio, abandonó a su mujer, obligando a volver a ésta a su casa paterna, donde el joven protagonista tomará la guía vital gracias a su tío, propietario de un bar y aficionado a la lectura.
En la vida del chaval surgen varias referencias alrededor de las cuales pasa su infancia hasta su ingreso en la universidad y el posterior descubrimiento de su vocación profesional. Por un lado la voz de su padre que busca a través de las ondas radiofónicas, no deja de mostrarse a lo largo de sus primeros años bajo el ala de su madre abandonada. Ambos padres marcarán, en cierta manera, el devenir de su vida, más por los límites que se pone el propio joven en su porvenir, que por la influencia que ambos puedan aportale, a pesar el amor incondicional de su madre. Por otro lado, encontramos la figura de su tío, un personaje curioso y lleno de positividad, encarnado por un fantástico Ben Afleck en su mejor trabajo en muchos años. Este personaje, amante de la literatura, junto con sus feligreses del Bar Dickens, forman un grupo culto, anclado a la barra del bar que potenciará positivamente la vida del protagonista. Y, en tercer lugar, aparece una joven que conoce en el primer curso de la universidad con la que mantendrá una irregular historia de amor, posiblemnte mantenida como un salvavidas que el muchaho se afana por no soltar, mientras decide que hacer con su desordenada vida.
Clooney dibuja una cercana y vital película en la que los personajes aparecen bien perfilados en ese universo especial de las afueras de Nueva York, en Long Island. Entiendo que el acierto de trasladar un buen texto a la pantalla y una interesante selección de actores, aportan lo necesario para conformar una película interesante, sencilla y nada irrelevante, hasta el punto de sacar lo mejor de unos personajes tan variopintos como interesantes. Si tanto Tye Sheridan en el papel de J.R adolescente, como el niño Daniel Ranieri en su papel en la infancia del protagonista, conforman una actuación especialmente acertada, la elección de Ben Afleck en el papel del interesante tío, aún siendo una apuesta arriesgada, ha sacado lo mejor del actor, hasta el punto de conseguir, desde mi punto de vista, una de sus mejores actuaciones de los últimos años. Se le ve suelto, a gusto con su personaje, al que aporta frescura y acierto en su aportacion personal una figura clave en la vida del joven protagonista. Eso y sus amigotes, escasos en minutos, pero impecables en sus apariciones en el bar y en la bolera, lugares en los que arropan a J.R. en su búsqueda de su propia personalidad.
The tender bar es una deliciosa película en su dirección, ejecución y trama, acertando en un producto que se acerca al espectador de manera natural y presentada con una voz en off que guía en el transcurrir y la búsqueda de J. R. de un futuro vital y profesional desligado de sus complejos parentescos parentales y anclado en los deseos de otros. Menos mal que siempre se podía apoyar en su tío y en la literatura, elementos claves de esta película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.