Tras el rotundo éxito de su primera novela La paciente silenciosa, Alex Michaelides ha publicado recientemente su segundo trabajo titulado Las doncellas, de nuevo en Alfaguara, su editorial fetiche. Escrita en Londres durante el confinamiento forzoso provocado por la pandemia mundial de la Covid-19, el autor nos propone un thriller psicológico apasionante, en el que Mariana, una psicóloga especialista en terapia grupal, acude a su antigua universidad de Cambridge, para ayudar a su sobrina que acaba de perder a su mejor amiga en un sangriento asesinato.
La novela nos adentra en el universo de la psicología, en el que Alex Michaelides propone un grupo de personajes con variadas personalidades y oscuro pasado, aportan un alto contenido en suspense y tensión argumental. Conforme avanza la novela, vamos descubriendo, a cuenta gotas pero con buen ritmo, el pasado de la protagonista y los pesares con los que carga su existencia y en su profesión. Su viaje a Cambridge para ayudar a su sobrina se convierte en un peligroso y largo proceso de investigación y obtención de pistas, jalonado de reminiscencias de antiguas tragedias griegas, cuya aportación a la trama enriquece, en gran manera, un argumento rico en sospechosos y extraños personajes.
Me ha gustado especialmente la manera en la que el autor ha hilvanado con acierto los distintos pasajes que van sucediéndose en la novela. La aportación en la trama de reminiscencias de distintas tragedias clásicas y los misterios eleusinos, vuelcan en sus páginas un caldo de cultivo en el que se entremezcla un interesante debate por los ritos ancestrales y la muerte, el destino trágico de la vida o el más estricto estudio sobre la psicología humana y los traumas surgidos tras sufrir una tragedia en las propias carnes de alguno de los protagonistas. Como digo, estas líneas argumentales se entrecruzan acertadamente mientras Mariana avanza en una investigación que la enfrenta, no solo a unos hechos sanguinarios, sino también al entorno más cercano a su persona, profesión y pasado.
Alex Michaelides ofrece una novela muy ágil en su recorrido. Aprovecha cada página para mostrar al lector pistas sobre los personajes, en un ir y venir de momentos y encuentros aparentemente casuales y que son importantes para el lector, en su afán por acompañar a la protagonista en sus pesquisas y descubrimiento personal. En sus páginas encontramos una apasionante novela que, si bien creo que le hubiera venido bien alguna página más en el desarrollo de su conclusión final, creo que funciona en su conjunto a las mil maravillas. Lo hace de manera especial por la propuesta de personajes, todos muy bien construidos y llenos de suspense, así como su planteamiento de la psicología y el estudio de las tragedias griegas como temas vehiculares. Creo, sin duda, que quien se acerque a su lectura no se arrepentirá, la verdad.
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