Un francés, exmiembro de la Legión francesa de Lauzun, participante en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, hijo de una familia adinerada y dedicada a la trata de esclavos, huye de Francia, entre otras causas, debido a los primeros conatos de la Revolución Francesa. Su destino no es otro que la ciudad de San Luis, lugar con claros orígenes franceses, ahora bajo la corona española. Su objetivo es adentrarse en territorio indio y capturar algunos nativos para venderlos luego en el mercado de la ciudad. Sin embargo, su viaje se tuerce y tras algunos desencuentros, termina siendo adoptado por la rama omisi de la tribu de los cheyennes, dando comienzo a una vida nueva llena de avatares, entre aquellos nativos americanos.
El novelista Floreal Peleato nos describe los quince años de la estancia y las vivencias del protagonista en la comunidad de los omisis. Y lo hace con una gran nivel de conocimiento de sus costumbres y tradiciones, su religión y ritos, su día a día en la convivencia de su poblado y en su lucha con otras naciones indias, especialmente con sus acérrimos enemigos, los cuervos (crows). Es en este escenario donde un hombre blanco, caído en desgracia, intenta sobrevivir en un universo tan diametralmente opuesto a su anterior vida, integrándose en una sociedad dependiente de su entorno, de la naturaleza y de sus estrictas costumbre centenarias. Conforme avanzaos en la lectura de la novela, creceremos con el personaje en su relación con una serie de miembros de la tribu, mujeres y hombres a los que une su destino, asimilando un modo de vida enraizado en el honor, la amistad, la fidelidad, la tierra, la caza y la guerra.
La narración de las vivencias y experiencias del protagonistas se plasma en las páginas de la novela con un estilo casi poético, muy cercano y solidario con la enraizada y poderosa vida de los nativos americanos. Su vida sigue los designios de sus creencias, sin miramientos a lo que el devenir les puede deparar, y siempre pensando y calibrando la supervivencia y la estabilidad de los miembros de la comunidad, pero con la premisa de respetar profundamente sus costumbres. De esta manera, el lector se sumerge en un estudio narrativo que le adentra en los sentimientos vitales de un pueblo pacífico y generoso, pero también con un profundo sentimiento guerrero muy proclive a la venganza y la defensa del territorio frente a otras naciones indias, en una continua pugna, a veces violenta y sanguinaria.
El protagonista de novela, mientras convive en el día a día de los omisis, y se aposenta con esfuerzo en las costumbres de quienes le adoptaron en un acto de solidaridad y misericordia, se hace hueco en una sociedad de la que compartirá su destino mientras, él mismo, no logra dejar atrás algunos hechos que le marcaron en el inicio de sus andanzas por los territorios al oeste de San Luis. La novela se construye de principio a fin en base a nuestro protagonista, desarrollando a su vera una serie de imponentes personajes fantásticamente bien construidos, en base a sus relaciones en la tribu que lo adoptó y los no pocos enfrentamientos con otros pueblos, especialmente con los cuervos. Tampoco perdamos de vista los ecos de los hombres blancos, cada vez más cercano a los territorios de los nativos americanos y de quienes a menudo tendrán noticias, ya sea por medio de las mercancías que les llegan por medio de solitarios comerciantes y tramperos, o por la desgraciada y mortal realidad de algunas enfermedades como la viruela, definitivas y terribles para la población originaria de aquellas tierras.
Resulta curiosa la aportación intercalada de unas misivas postales que el protagonista comparte con su madre en Francia, mediante la cual el autor nos enmarca de manera paralela a la realidad de su vida entre los cheyennes, con los acontecimientos que se suceden en Europa, protagonizados por la Revolución Francesa y la posterior presencia de Napoleón Bonaparte. Todo ello como colofón a una novela autoeditada por su autor en un absoluto acto de fe. El círculo de los vientos en una obra francamente recomendable, no solo por el cómo se cuenta, con una literatura sentida y elegante, sino también por su fondo etnológico y humano, en cuanto se compromete con la realidad de los pueblos nativos norteamericanos y su manera de vivir y de ver la vida, en base a creencias, costumbre y tradiciones que los singularizan de manera especial.
Para quien este interesado en hacerse con esta novela:
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