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lunes, 6 de abril de 2020

"Hermanos de armas" - Larrie D. Ferreiro

Este ensayo que hoy reseño, lleva como subtítulo "La intervención de España y Francia que salvó la independencia de Estados Unidos" y es que el afán que ha llevado al autor a escribir esta obra tiene como fin desmitificar el hecho de que las trece colonias británicas lograron desvincularse de Londres por sí mismas. Larrie D. Ferreiro, profesor de historia en la George Mason University de Virginia, mediante el estudio exhaustivo de las causas, desarrollo y consecuencias de la Guerra de Independencia Norteamericana, mantiene que, sin la ayuda de Francia y España, jamás lo habrían conseguido. Si bien la intervención del primero ha sido largamente reconocida, desde la misma época en la que se desarrolló la guerra hasta nuestros días, la participación española ha pasado bastante desapercibida en EEUU, exceptuando quizás, en el entorno del Golfo de México donde la presencia de tropas y marina se imprimió en el imaginario de sus habitantes, especialmente gracias a las victorias en Mobile y Pensacola.

Francia y España, especialmente debido al resultado de la Guerra de los Siete Años, siempre comprendieron la situación y la oportunidad que les iba a ofrecer la incómoda presencia de los británicos en Norteamérica . Es más, ambos países enviaron espías, comerciantes y observadores sobre el terreno, permitiendo la ayuda privada y clandestina a las colonias rebeldes. Municiones y suministros llegaron mucho antes de la declaración de independencia de los acuerdos que llevaron a Francia y España a participar del conflicto. El 90 por ciento de las armas empleadas por los estadounidenses llegaron de ultramar, así como los  primeros uniformes del ejército colonial y hasta 30.000 millones de dólares al cambio actual, fueron aportados por España y Francia en el conflicto, tanto en créditos como en propia inversión militar y naval. También, importancia y mucha, tuvo la llegada de ingenieros, oficiales y artilleros franceses en una labor difícil de cubrir por parte de los norteamericanos.

Bien es cierto, tal como apunta en varias ocasiones Ferreiro que España no pactó directamente con las colonias su intervención oficial, sino que prefirió formar un tratado directamente con Francia en contra de los intereses de Gran Bretaña, lo cual no impidió que, no solo siguiera enviando material necesario para las tropas coloniales, sino que conforme avanzaba el conflicto, enviara su armada al Caribe y al Golfo de México, además de tropas al recién adquirido estado de Luisiana, y todo ello, en vistas a atacar Florida. No hay que perder de vista que la Guerra de la Independencia de Norteamérica no fue un conflicto que abarcara solo el territorio de las colonias americanas. El Caribe, la India e incluso Europa ocuparon a miles de soldados y millones de libras en la lucha por una posición geoestratégica mundial, más allá de la cobertura tropas y material en territorio de América del Norte. Avanzado el conflicto, Holanda se sumó a la alianza contra Gran Bretaña, más allá de haber suministrado inicialmente material de guerra a las colonias.

Es interesante como el autor indica que Francia empujara a España a la guerra en parte debido a que ésta estuviera a punto de entrar en guerra con Portugal, lo cual hubiera implicado a Inglaterra en un conflicto Europeo que no interesaba especialmente a los franceses. Para ello, además de los intereses heredados de de la Guerra de los Siete Años, Francia accedió a ayudar a España en el entorno de Centroamérica y en la recuperación de Menorca y Gibraltar. Por otro lado, tuvo especial importancia la aportación naval francesa y española, ya que esto redujo la capacidad de movimiento y apoyo de la City a sus tropas en las colonias. Gran bretaña se desangró en su voluntad de frenar la revolución, aunque bien es verdad que el efecto en Francia fue también bastante negativo, en parte debido a que no consiguió ganancias territoriales importantes y, sobre todo, por la llegada de una bancarrota que la llevó a directamente a la Revolución Francesa. España, con menor aportación, recuperó las Floridas y Menorca, aunque devolviendo la ganancia de las Bahamas y no logrando la recuperación de Gibraltar a pesar de dos años de asedio al peñón, algo que a punto estuvo de consumar su entrega pacífica, si al final de la guerra Franklin no hubiera firmado con Gran Bretaña  un preacuerdo excesivamente rápido, sin contar con el visto bueno de españoles y franceses, tal como se había acordado previamente.

A lo largo de las páginas de este interesantísimo ensayo histórico pasan algunos personajes poco conocidos como el comerciante bilbaíno Gardoqui, uno de los primeros que ayudaron con envío de materiales a las colonias. Pero serán nombre más habituales y reconocidos los que protagonicen la participación francesa y española. Me refiero a Beaumarchais, Vergennes, Lafayette, Rochambeau, De Grasse, De Kalb, Córdova o Gálvez. Todos ellos dieron forma al apoyo a un país naciente y su colaboración estrecha con el general Washington y los mandos coloniales, motivó de manera directa o indirecta, las victorias de Mobila, Pensacola, Yorktown, Chesapeake o Nassau, entre otras. Como bien dice Larrie D. Ferreiro al final de su libro, la rebelión estadounidense fue una pieza clave en la formación de una alianza con vistas a derrotar a Gran Bretaña y vengar el resultado de la Guerra de los Siete Años. Para concluir diciendo que la independencia de los EEUU no habría logrado su éxito sin la colaboración de Francia y España, en base  a lo explicado y detallado en este magnífico ensayo.  

2 comentarios:

  1. Esta semana me he enfadado porque en un muy buen juego sobre la guerra de independencia Norteamericana: WASHINGTON'S WAR no aparecemos por ningún lado. Solo los franceses...

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    Respuestas
    1. Bueno, en todo caso solo deberíamos aparecer con cierta entidad en operaciones en Florida... Lo demás es testimonial y básicamente la ayuda fue económica y armamentística.

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