Desperta Ferro - "Napoleón en Egipto"

Napoleón Bonaparte, líder revolucionario y vencedor en Italia, en 1798 era conocido y admirado en Francia, pero todavía tenía mucho por demostrar en toda Europa. Quizás su expedición a Egipto fue el detonante de su mística militar, disparo de salida de la que sería una fulgurante y esplendorosa carrera hacia la creación del Imperio y su brillante cartel de victorias en los campos europeos. Si bien en las páginas de éste flamante número de Desperta Ferro, los articulistas despejan algunas dudas respecto a las estrategias, a veces equívocas, del generalísimo corso, no cabe duda de que su paso por la Tierra de los Faraones, no solo le ofreció un contundente escaparate al mundo, sino que auspició  de su mano, un visionario ejercicio en la exploración cultural, científica y arqueológica del país del Nilo, de la que somos directos herederos. Con todo, su ego y sus otras y variadas prioridades, convirtieron su campaña en una especie de victoria pírrica, especialmente debido a la pérdida de la flota francesa y a la posterior retirada de Mediterráneo.

No es posible entender la campaña de Napoleón en Egipto sin realizar un acercamiento a la situación del país en los años previos y en el momento de la invasión y, para ello, y como es habitual, el primer artículo de éste número nos aclara y acerca de manera detallada el exacto proceso convulso, político y de gobierno, en el que se encontraba Egipto, desde la óptica interesada del pulso entre Francia y Gran Bretaña con miras al Próximo Oriente y la India. Este artículo enlaza directamente con el tercero, dedicado al gobierno mameluco de El Cairo y su situación en el momento de la llegada de la expedición francesa. Realmente los de Napoleón lo tuvieron relativamente fácil. 

Tres artículos tres, dedican sus páginas a las operaciones militares de la campaña y sus respectivas batallas. Primero, la derrota de la flota francesa en Abukir. Nelson el afortunado, a pesar de perder de vista a los franceses en Tolón, logra localizarlos en Abukir y destruirlos con una táctica irrefutable. Interesantes los desatinos y desmentidos desatados entre Bonaparte y el vicealmirante D´Aigalliers respecto a la responsabilidad de la situación estática de la flota francesa en una situación de neta inferioridad posicional. Segundo, el avance francés hasta El Cairo y la victoria de la Batalla de las Pirámides, acompañada de una explicación pormenorizada de los avances de los cuadros de Francia y los encuentros militares a lo largo de la jornada. Tercero, la expedición de Desaix al sur de Egipto, hasta la 1ª Catarata del Nilo y los movimientos de Murad Bey en una fase de la campaña durísima, en las que el general utilizará toda su brillantez militar para solventar una situación difícil de preservar en el tiempo, en un medio tan hostil y tan lejos de El Cairo. Hay que tener en cuenta que el ejército francés estaba totalmente aislado en Egipto tras la derrota de Abukir, con lo que su presencia en el país forzosamente estaba destinada a languidecer.

Para acabar, dos artículos que, si bien son secundarios al resto, aportan muy diversa e interesante información sobre algunas parcelas de la contienda. Por un lado y en referencia sobre todo, a la expedición de Desaix, el dedicado a la adaptación de los soldados franceses al desierto y sus exigencias. El segundo se refiere al nada desdeñable uso que hizo Napoleón de la prensa francesa en esta campaña y la publicidad y manipulación realizada para conseguir sus propios fines y fama. Ambos cierran un número tan exótico como jugoso, al que recomendaría añadir, si tenéis ocasión y os habéis quedado con ganas de más, la lectura de un excelente y completo ensayo que leí hace unos años, dedicado a esta campaña militar y titulado también casualmente "Napoleón en Egipto". Su autor es Paul Strathern, un eminente biógrafo y escritor inglés, que presenta una visión general y completa de la campaña., no solo a nivel militar, sino también cultural, administrativo y científico.