Entretenidísima película donde el humor y el sarcasmo insuflado por el realizador Armando Larucci, creador de las serie "Veep" y director de "In the loop", afronta la muerte de Joseph Stalin en una noche del 2 de marzo de 1953. En forma de comedia, la trama gira alrededor de los movimientos, zancadillas y alianzas organizadas por los miembros del gobierno, por ver quien ocuparía el poder de facto en la URSS.
Al morir Stalin, le sucederá Malenkov como Secretario del Consejo de Ministros. Éste se verá aupado con el apoyo de Beria, artífice junto con Stalin de los años más duros y sangrientos del periodo de postguerra, con el único afán de manejar a su antojo al débil y maleable Malenkov. Sin embargo algunos miembros del círculo más cercano de ministros, confían en dar una vuelta de rosca hacia cierto aperturismo del país y, por supuesto, a la suspensión total de los enjuciamientos y asesinatos masivos llevados hasta ahora por el propio Beria, jefe del temido NKVD. Jrushchov junto a Bulganin y el generalísimo Zhúkov, intentan paliar la presión de Beria y convencer a Malekov para que prescinda con todas las consecuencias, del terrible personaje.
Un film terriblemente sarcástico, donde el pasado más cruel del gobierno de Stalin se trasluce a la pantalla en las escenas en las que se confeccionan casi arbitrariamente las famosas listas negras del régimen soviético. Incluso los más cercanos al dictador no quedaban libres de aparecer en ellas. El control de Stalin, acompañado de Beria era ineludible. Al morir, la caja de Pandora se abre en un sin fin de posibilidades. Sus más cercanos colaboradores pugnan por no perder el control ni el ascendiente en el Consejo de Ministros y junto a los hijos del fallecido, protagonizan no pocas escenas francamente divertidas, de las que sin embargo, no es nada fácil eludir la realidad de la dureza del régimen en aquellos primeros años cincuenta. Por supuesto los personajes están llevados al límite, como el director ha practicado con mucho acierto a lo largo y ancho de su serie Veep. Pero en su lugar, cada uno de ellos gozan en cierta manera de su verdadera esencia histórica, potenciando el perfil característico de cada uno de ellos dentro del género del sarcasmo y la comedia.
Lideran el elenco los conocidos y acertadísimos en sus papeles, Steve Buscemi, Jeffrey Tambor, Michael Palin o Jason Isaacs, acompañados de los menos conocidos del gran público, pero igualmente acertados, Adrian McLoughlin, Simon Russell Beale o Dermort Crowley. Todos ellos, completan el increíble grupo que parodia a los miembros de aquel Consejo, en su lucha por aportar su granito de arena al traspaso de poder y al pretendido nuevo modo de gobernar el país, sin olvidar su invencible deseo de no apartarse del control de la situación de la que han gozado cerca de Stalin. En fin, una agradable sorpresa, llena de comicidad y situaciones divertidas, sin dejar de lado la crudeza y realidad de un momento histórico especialmente importante para la historia de aquella Unión Soviética.