Con más curiosidad que otra cosa comencé a ver esta primera temporada de la serie que homenajea a aquella tenebrosa y famosísima película de 1973 que tanto marcó a una generación de aficionados al cine. En principio la premisa es la misma, aunque se fija en primer lugar en la figura del exorcista, un valiente y quemado sacerdote que tiende a saltarse las normas marcadas por el Vaticano para librar del diablo a sus víctimas. A partir de aquí, la serie nos sitúa en el día a día de una familia sobre la que el maligno posará su mirada.
Sin embargo, paralelamente la serie presenta una trama más compleja. El Papa, un hombre bueno y misericordioso que no cae ante el pecado de la corrupción y la riqueza, visita Chicago, ciudad en la que se desarrolla la historia. Un grupo de ciudadanos está preparando la visita y su organización, con ciertos oscuros deseos contra su persona. La verdad, es que ambas tramas corren a lo largo de la serie de manera paralela, sin apenas cruzarse en el camino hasta casi el último capítulo. Desde luego, en primer y principal plano, encontramos la vivencia del exorcismo, en el que el sacerdote con experiencia, recibe la ayuda de un joven cura de un barrio pobre de Chicago y de origen mejicano. Ambos guardan secretos que serán su talón de Aquiles frente a su lucha contra el demonio que ocupa el cuerpo de la joven hija de la familia protagonista.
Tengo que reconocer que la serie no ofrece muchas novedades al respecto de un tema ya tratado en infinidad de películas. Sin embargo, consigue atrapar al que guste del género en cuestión. Los actores cumplen y además una de las protagonistas es Geena Davis, con unos añicos y bastante operada, pero que no deja de ser un atractivo para la serie. A mi, personalmente me gusta el trabajo del casi desconocido por estos lares, Ben Daniels, actor que goza de mucha veteranía en el teatro británico. También muy interesante el trabajo de la desconocida Hannah Kasulka, en el papel de la joven poseída. Como he dicho, la trama principal sigue la guía habitual de estos casos de posesión. Primero una serie de circunstancias extrañas suceden en la casa. después la joven empieza a comportase de manera sorprendente, para finalmente actuar guiada y presionada por el demonio. Muy acertada cierta sorpresa que se presenta, pasada la mitad de la temporada, al respecto del pasado de la madre. Con respecto a la otra trama en la que se ocupa de la visita del Papa, la verdad es que tiene mucho menos interés y resulta tan rocambolesca como poco interesante. Precisamente por ello, los dos últimos capítulos de la temporada hacen que la serie baje en interés y haga que las expectativas no se cumplan como se esperaba.
Producto interesante para al que sea un seguidor del género, con algunas buenas actuaciones y una subtrama (la de la visita del Papa) bastante floja. Lo mejor, la historia en sí del exorcismo y la figura del diablo en la mente de la joven, personaje que tiene su protagonismo, mientras los sacerdotes luchan por expulsarlo.