Año 9 d.C. Un mensajero llega a Roma y comunica a Augusto que tres legiones, incluidas sus unidades de auxiliares correspondientes, han sido masacradas en Germania. Como bien señala la introducción de éste número de Historia Antigua de Desperta Ferro, el emperador exclama. "Quintilio Varo, devuélveme a mis legiones". Sino la más grande debacle de las legiones romanas, sin duda, Teutoburgo goza de una repercusión tan grande y mediática, no solo en el momento en que se produjo la batalla, sino a lo largo de los siglos posteriores. En la Alemania de finales del XIX y primera mitad del XX, se la recordará como una de las grandes victorias situadas una región geográfica, en una época marcada por el nacionalismo más exacerbado. Ya en los años ochenta el descubrimiento y el posterior estudio de la zona de la batalla mantiene la atención de aficionados y estudiosos como uno de los acontecimientos más mediáticos y conocidos del reinado de Augusto. Por ello, Desperta Ferro se ha embarcado en un análisis pormenorizado de la situación previa, los hechos y el recuerdo de aquella gran derrota de las legiones romanas en territorio Germano.
El número empieza con una necesaria y detallada situación de las tierras de Germania a comienzos del siglo I d.C. La zona delimitada entre el Rhin y el Elba estaba relativamente pacificada gracias al esfuerzo de las diferentes campañas que pretendieron romanizar a las tribus o por lo menos adecuar las relaciones a una llevadera vecindad entre estas y Roma. Largo y tendido resulta éste artículo previo y necesario. En segundo lugar nos encontramos con el paisaje real de los pueblos germanos y particularmente los Queruscos, tanto en su organización militar, equipo y armamento, así como su número, teniendo en cuenta la gran cantidad de tribus que, si bien en ocasiones peleaban entre ellos, también es verdad que tenían la capacidad de aliarse contra un enemigo común, aumentando alarmantemente para Roma el número de efectivos.
A partir de éste punto comienza la partida, situando al lector en el año 9 d.C. con el protagonismo de Quintilio Varo y su incursión en Germania. Por supuesto es clave para entender lo sucedido, conocer la estrategia, para muchos equívoca, del gobernador, el desarrollo de la campaña y el factor del querusco Arminio. Paso a paso, se explica el proceso por el que Varo llevó sus legiones a zonas casi impracticables, dejándose aconsejar por Arminio y, llevándole finalmente a la tragedia impredecible. Muy interesante y realmente instructivo es el artículo que se refiere a la arqueología del lugar de la batalla. Sin duda es el más novedoso por sus resultados y conclusiones, aportando objetividad y una meridiana realidad de lo que sucedió en la zona en la que terminaron por ser derrotados los últimos supervivientes después de cuatro agotadores días de sufrir emboscadas. Tras un artículo complementario en el que se analiza la simbología del águila imperial que acompañaba a cada legión en sus campañas, el número de Desperta Ferro, termina con un análisis de los años posteriores a la derrota de Varo, tanto por la reacción de Roma con el envío de nuevas tropas, rodeado de cierto pavor por un previsible y no realizado cruce de los germanos a través del Rhin, y el posterior abandono del Imperio por romanizar una Germania, apostando por el control del limes mediante campamentos fortificados y puesto de vigilancia, a pesar de ciertas acciones posteriores, más diseñadas por enfatizar al emperador de turno, que por asentarse en la zona.
Un buen número, instructivo y detallado, que aporta en gran medida la visión arqueológica de la batalla, como apuesta novedosa a una batalla ya de por si muy estudiada. Recomiendo apoyar y acompañar su lectura, si estas interesado por el tema, con el libro "Águilas de Germania" editado por HRM en 2014 y que reseñé en este mismo blog.
Estos episodios son siempre interesantes y entretenidos de leer y profundizar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.