Sin duda una de las grandes series del año pasado. Su primera temporada sorprendió a todos los aficionados por su riesgo en el tratamiento de algunos de los temas tratados en el argumento, su puesta en escena y la curiosa planificación de guión y actores, en el día a día de la vida en el hospital Knickerbocker en el Nueva York de principios del siglo XX. El Dr. Thakery, con sus inventos, extravagancias, adicciones y sobre todo, su genio médico y humano, protagoniza una serie compleja en su argumento, tanto por su humanidad y frialdad al tratar algunos temas, como por el montaje de cada una de las escenas que pueblan cada capítulo.
Mientras nuestro protagonista logra salir del sanatorio donde se pretendía que se rehabilitara de su adicción a las drogas, la familia Robertson y la directiva del hospital han programado la construcción de un nuevo hospital. La necesidad de más inversión hace que un halo de duda en los métodos, sobrevuele la mente de Cornelia, quien se lanza en una compleja investigación, de la que formará parte su hermano y heredero de la fortuna familiar. Mientras, el gerente del hospital, lucha y se maneja a sus anchas para hacerse un hueco de la alta sociedad de Nueva York. Médicamente, en el hospital, el doctor Thack sigue investigando nuevos métodos de cirugía, y especialmente una solución para conseguir la desintoxicación de los alcohólicos y drogadictos. Mientras, su compañero de color Dr. Algerton, sigue luchando por resaltar y crecer en la medicina del hospital, el joven Dr. Chickering empieza a trabajar en el Hospital de Monte Sinaí, y el Dr. Everett recupera, en no muy buenas condiciones a su esposa, recientemente aquejada de un problema mental. Señalo, igual que en la primera temporada, la preciosa historia de la monja Harriet y el conductor de ambulancias Cleary.
La segunda temporada, empieza con buen pulso, caminando entre la vida en el hospital junto a sus experimentos y pacientes, y los sucesos que se desarrollan en al construcción del nuevo edificio, como el día a día de los protagonistas en su ámbito privado. La factura visual de la serie sigue siendo notable, así como la estupenda interpretación de todos y cada uno de los protagonistas.
Sin embargo, conforme se acercaba el final de la temporada, daba la impresión que los guiones bajaban de nivel, perdían expectación e incluso adolecían de la chispa del resto de la serie. Parecía que no sabían como acabar la temporada, como concluir una serie, que parece se ha despedido más rápido de lo que se podía prever. Y esto no ha hecho más que resaltar un final soso y menos sorprendente de lo que se esperaba... posiblemente un final más acelerado de lo que se podía suponer. Ello no quita que éste sea un producto de calidad, notable y bien producido. Pero ha sido una pena concluir una historia diferente, adictiva y novedosa con un par de capítulos acelerados y con falta de la excelencia que dominaba la serie regular. Una pena...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.