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miércoles, 1 de mayo de 2013

"La marcha de la muerte" - Christopher Summerville


Christopher Summerville nos emplaza en la Península Ibérica en el año 1808, cuando Napoleón ya había situado en el trono español a su hermano José, los españoles se habían levantado en armas contra el francés e incluso habían conseguido infringir en la batalla de Bailén la primera derrota del ejército invasor. Napoleón, cruzó los Pirineos con 80.000 soldados para intentar aplacar al pueblo levantisco que, a pesar de ser extremadamente aguerrido, no dejaba de ser un grupo heterogéneo más o menos organizado de soldados y patriotas disgregados a lo largo del territorio.

Es entonces cuando el gobierno británico decide entrar a coprotagonizar el largo periodo de las guerras contra Napoleón. Ya sea por el romanticismo que los británicos quieren ver en todo lo que sucede en la Península, ya sea por el esfuerzo de la embajada española para lograr en un principio ayuda económica, ya sea por el interés de la gran Albión de enfrentarse en tierra firme al invasor francés, Londres decide enviar una fuerza de intervención, que desembarcará en Portugal y posteriormente se adentrará en territorio español.
Aquí es donde empieza a desarrollarse en el libro la historia de la primera campaña de Gran Bretaña en la Península, que nos llevará por caminos rurales, bajo lluvias torrenciales, extensos barrizales,  campos nevados y ventisqueros terribles, a lo largo de parte de España, hasta terminar con el embarque de las tropas en el puerto de La Coruña en 1809.
Será el  general Sir John Moore el encargado de comandar la operación de apoyo a las tropas españolas. Cruzará la frontera de Portugal el 1 de noviembre de 1808. A lo largo de casi dos meses el contingente británico se dedicará a intentar realizar maniobras de evasión y engaño, para provocar al ejército de Napoleón, evitando que llegue al centro del país y consiga reducir a los españoles levantados en armas, que tanto daño le produjeran en ese año.
Sin embargo las tropas británicas,  finalmente tuvieron que tomar camino de Galicia para no caer en manos de un ejército superior en efectivos y material, lo que llegaría a forzar la llamada Marcha de la Muerte, en el periodo más frío e inclemente del año, en territorio desconocido y sin el avituallamiento necesario para un ejército de 20.000 soldados.
Todo ello llevará a que, tras casi 30 días de penalidades siempre en retirada,  con la retaguardia británica defendiendo heroicamente los puentes recién cruzados por el ejército, los británicos lleguen a La Coruña. Por fin el general Sir John Moore se verá obligado a enfrentarse al ejército francés del Mariscal Soult. Será en el cenit de la batalla, cuando el insigne Sir John morirá en combate sin abandonar suelo español.
Nos encontramos ante un ensayo entretenido. Desarrolla la intervención y posterior retirada de las tropas británicas, salpicando el texto de las experiencias de distintos intervinientes de la tropa y oficialidad, lo que consigue humanizar y acercar los acontecimientos que acompañaron la llamada Marcha de la Muerte. Además los distintos combates que se dan a lo largo de la campaña, están llenos de acciones de valentía, cargas de bayoneta e intervenciones heroicas.  Por otro lado, se trata de un ensayo claramente  pro- británico, donde tanto la población española como los mandos nacionales quedan muy mal parados. En distintos momentos del libro se les presenta como traidores, huraños a prestar ayuda, negando a los aliados cualquier tipo de apoyo militar o estratégico. Por supuesto en sus comentarios los militares británicos ensalzan  y justifican su estancia en el país como libertadores frente al yugo del francés.
Sin embargo a lo largo del texto, podemos ver los problemas reales del ejército británico. Continuamente se cometían faltas graves de disciplina, la tropa cada vez que estacionaba en una población rapiñaba y se embriagaba con facilidad. Todo ello sacaba de quicio al comandante en jefe, pero en ningún momento consiguió atajar estas faltas y el ánimo de las tropas decaía constantemente. Realmente, se dió una carrera en busca del mar, en la que el buen uso de la retaguardia y de la caballería consiguió que los franceses no llegaran a copar al enemigo y entablar batalla campal hasta llegar a La Coruña.
El libro consta de 236 páginas, de las cuales  200 forman el ensayo en sí. Acompaña el texto planos de los movimientos del ejército y de la batalla de La Coruña, además de datos sobre la formación británica y sus bajas. Por supuesto apéndices, bibliografía y una pequeña biografía de los personajes destacados.
En definitiva un libro que no es extenso y relata de manera relativamente llevadera los sucesos acaecidos. Reseñar eso sí, la flema británica del texto, que por supuesto desmerece toda actuación y comportamiento del ejército español y no digamos de su población. Pero es que nadie es perfecto, ¿o ellos sí?



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