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jueves, 26 de septiembre de 2024

"Bitelchús Bitelchús"

Bitelchús Bitelchús es la tercera película secuela que he visto este verano. Las dos anteriores fueron Deadpool & Wolverine y Alien Romulus. Y, sorprendentemente, el resultado de las tres ha sido moderadamente bueno refiriéndose a productos deudores de películas anteriores y muy deudores del universo fanboy.
Todos recordamos aquella novedosa e impactante película de un joven director que aterrizaba en el universo cinematográfico con una visión única y sorprendente que le marcaría de por vida. Bitelchús recogía en su metraje fantasmas, monstruos, videntes y casas encantadas desde el punto de vista de un imaginativo visionario que acaparó la atención de crítica y público con no pocas estupendas producciones. Pues bien, tras años de éxitos y, especialmente en los últimos años, llamativos fracasos, Tim Burton ha decidido regresar a sus orígenes recuperando a aquel descojonante demoniaco fantasma y a algunos de los protagonistas de la película estrenada allá por 1988. Debo reconocer, que aquel Bitelchús no me llamó especialmente la atención, pero sin embargo, pasado el tiempo, en las posteriores revisiones que he realizado del film he enganchado mucho más con una película a la que se le puede considerar un clásico del género. Vamos, que los años le han sentado muy bien. Es por esta razón, por la que me lancé al cine para ver la secuela presentada en el reciente Festival de Venecia.
La trama recupera las localizaciones, a los supervivientes de aquella primera película y propone algunos nuevos personajes. De los miembros de la familia Deetz, a Delia y Lydia, madre e hija de nuevo encarnadas por Catherine O´Hara y Winona Rider, se une la hija, protagonista a la que pone cara la actriz de moda Jenna Ortega, sobre la que girará la trama junto a Bitelchús, de nuevo interpretado por Michael Keaton. Las tres mujeres regresan a la mansión familiar para homenajear al cabeza de familia fallecido en un extravagante accidente. Una serie de extraños sucesos fuerzan a tener que llamar de nuevo de entre los muertos a Bitelchús, lo que provocará una serie de aventuras en un reconocible pero expandido Más Allá.
Burton nos ofrece una nueva historia basada en la estructura creada en 1988, aportando algunos nuevos personajes secundarios como el pretendiente de Lydia, un actor fantasma metido ene l papel de detective privado y una portentosa y maléfica ex-esposa fantasma de Bitelchús. Justin Theroux, Willem Dafoe y Mónica Bellucci conforman este trío de interesantes novedades que suman y aportan momentos de divertimento por momentos acertadísimos. Con algunos escenarios pasa algo parecido. Me refiero sobre todo a la incorporación del Soul Train, el Tren de las Almas, en un escenario donde la música soul protagoniza las mejores escenas del film, junto con el tramo final marcadamente musical. 
Creo que la incorporación de Jenna Ortega es un gran acierto. Resulta una interpretación solvente y realizada con carisma. Su escena saliendo de la casa encantada en bicicleta y su recorrido por el pueblo hasta su tropiezo con otro nuevo personaje, capta la atracción que la actriz puede incorporar a sus interpretaciones presentes y futuras. Sin embargo, el logro de este film es la vuelta de Tim Burton a sus orígenes, mediante la utilización, siempre sugerente, de la escenografía, decorados, personajes y caracterizaciones que le hicieron famoso en los años ochenta y noventa, consiguiendo reconciliarse con el espectador. La película funciona bien en general, siempre que no nos salgamos de esa vía de entretenimiento que marcó el estreno de Bitelchús  hace más de treinta años. No le busques más historias, tampoco las necesita, a pesar de ser un film deudor de aquella desternillante producción. Quizás ese es su acierto y, a su vez, ese sea su hándicap. Sin ofrecer mucho más, que no es poco, Burton cumple con lo esperado... Hasta ahí.


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