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jueves, 6 de junio de 2024

"Ripley" - Mini serie.

Recientemente se ha estrenado en la plataforma Netflix la que podemos decir, sin temor a equivocarnos, es una de las mejores series que se han podido disfrutar en el primer semestre de este año 2024. Me refiero a la versión que el director y guionista Steven Zaillan ha realizado de la famosa novela El talento de Mr. Ripley de Patricia Highsmith. Todos conocemos las anteriores versionas cinematográficas que han adaptado esta fantástica novela de misterio y mucho más. Me refiero a la francesa A pleno sol dirigida por Réne Clément en 1960 y la versionada en 1999 por el Anthony Minghella. La película francesa, a pesar de algunos cambios imperdonables en la fase final de su metraje, está maravillosamente interpretada por Alain Delon. Y desde luego la interpretada por Matt Damon, Jude Law y Gwyneth Paltrow, ha quedado como la más acertada en conjunto. Pues bien, la adaptación que presento hoy, desde el libro a miniserie, resulta ser un producto más ambicioso en cuanto a su presentación y puesta en escena, siendo quizás su apuesta más acertada y rompedora.
Creo que no hace falta contar la trama sobre la que se desarrolla la historia contada por la gran novelista Patricia Highsmith. Si en algún caso alguno de los lectores que pasan por aquí no la recordara no tiene más que pinchar en el enlace que he puesto más arriba en el título de la novela. Una vez zanjado este tema, es hora de entrar a valorar la mini serie que nos ocupa. Su creador y director, Steven Zailan arrastra a sus espaldas un gran número de títulos que avalan su carrera. Sin ir más lejos, es el creador de la también estupenda mini serie, The night of. Pero es que además sus guiones son protagonistas de producciones tan emblemáticas como El irlandés, Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres (versión estadounidense), Acción civil, American gangster, Despertares o La lista de Schindler, demostrando ser un gran especialista en realizar adaptaciones de la novela al cine con gran acierto y calidad.
Si a esta realidad le sumamos la colaboración en la dirección de fotografía del extraordinario Robert Elswit, de cuyas manos y ojos, han salido joyas como Magnolia, Syriana, Pozos de ambición, Buenas noches y buena suerte o Asesinato en 8 mm. ya podemos hacernos una idea de la importancia y calidad de la mini serie que reseño hoy. Porque hay que evidenciar que, ante todo y sobre todo, más allá de la trama propuesta, basada en un estupenda novela, nos encontramos con una auténtica obra de arte visual, potenciada más aún por el maravilloso y muy acertado uso del blanco y negro para su grabación y difusión. Cada fotograma parece haber sido perfectamente encuadrado. Da igual dónde se sitúe la cámara. Siempre el enfoque resulta perfecto, no solo a nivel material, sino que además, encuentra un sentido pleno y dramático en cada secuencia de la serie, conforme avanza la trama siguiendo los pasos de su protagonista. En este aspecto visual, la mini serie resulta absolutamente perfecta y disfrutable, cual obra de arte.
Más allá de todo esto y de la interesante adaptación realizada por el director Zaillan, que aporta alguna escena novedosa y la aparición un constante recordatorio a la figura del pintor italiano Caravaggio, es de obligado cumplimiento desarrollar un tanto a los protagonistas de la serie, comenzando como no, por el personaje principal, Tom Ripley. En este caso, la interpretación recae sobre el actor Andrew Scott. Su carisma aporta, de manera acertada, tensión, suspense y un tanto de miedo ambiental. Este es quizás, y siempre según mi opinión, el pequeño hándicap que encuentro en esta producción. Tanto en el libro como en las dos previas adaptaciones cinematográficas, el personaje de Ripley me provoca cierta sensación de pena y de cariño, hasta el punto de desear en todo momento, que el personaje no sea pillado en todas las situaciones de peligro y tensión en la que se encuentra. Sin embargo, en la serie que nos encontramos, en ningún momento Ripley me cae simpático o ni siquiera me despierta cierto cariño. En absoluto. Y creo que la idea de Highsmith al crear el personaje, es que caiga más o menos bien al lector, en ese juego por desear que se salve de las situaciones al borde la navaja con las que se cruza. Además, pienso que el actor supera en años al personaje novelesco. En estos aspecto, me quedo con Matt Damon y su perfil pueblerino, casi vulgar y sus repetidas situaciones en las que suda en exceso ante el peligro de ser pillado. Con todo, Scott está magnífico desde el punto de vista de la interpretación del personaje realizada por el director y el propio actor.
Por lo demás, Johnny Flinn me resulta insulso y poco atractivo para el papel de Dickie, mientras encuentro fantástica y misteriosa a Dakota Fanning como Marge. Respecto a los actores italianos, que los hay, me ha encantado el trabajo de Maurizio Lombardo encarnando al inspector de policía que investiga las desapariciones y asesinatos que se producen alrededor de ese misterioso y apasionante personaje de Tom Ripley, una de las grandes creaciones del género de la novela negra y suspense. Volviendo al inicio de esta reseña, el hecho de filmar las maravillosas ambientaciones de interiores y exteriores de Italia en ese magnífico y elegante blanco y negro, aporta, tanto o más, a la trama y la narrativa de la serie, que la propia interpretación de sus actores. Solo por ello, esta miniserie de alto standing merece un visionado. Elegancia y arte puro. Poco más que añadir.



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