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lunes, 30 de diciembre de 2019

"El irlandés"

Al comienzo de la reseña que me ocupa hoy, debo empezar diciendo que siento no haber tenido la ocasión de ver en pantalla grande esta última película de Martin Scorsese. Estoy seguro que la hubiera disfrutado mucho más que lo que la he gozado en pantalla pequeña, en su plataforma de Netflix. Con este comentario, no hago más que definir mi admiración por una película magnífica en todos sus planos, interpretaciones y dirección. Me da igual que sus casi tres horas y media de metraje se le haya hecho interminable a algunas personas que conozco. La perfección de cada una de las secuencias, lo milimétrico de sus pausas y movimientos de cámara, así como el magnífico guión que la sustenta, hacen de esta película el grandioso colofón a la que podría denominarse la gran trilogía dedicada a la mafia de la mano de Scorsese, junto a dos de sus creaciones, es decir, Casino y Uno de los nuestros.
La película versa sobre Frank Sheeran, un personaje ligado a la mafia italiana. Empezó transportando carne para una empresa, donde contactó con gente del crimen organizado, realizando pequeños trabajos para ellos. Más tarde va tomando responsabilidades con trabajos "de pintura", es decir, de ejecuciones encargados por la mafia y asuntos de escolta. Ahí es donde conoce a Jimmy Hoffa, el otro gran protagonista de la película, junto al padrino mafioso de Frank, Russell Bufalino. La película toma fuerza en base a la relación de Sheeran y Hoffa, y todos los entresijos que rodearon la vida del gran líder sindical de los transportistas de EEUU, su enfrentamiento con los Kennedy, especialmente con el Fiscal del Estado, los posteriores roces con la mafia, hasta su definitiva y  misteriosa desaparición. Con todo, no olvidemos que Scorsese toma como guía a Frank, en su paso por su vida, para reflejar la realidad del mundo criminal, la relación con el universo de los sindicatos o los escarceos de la mafia con la política del país, mostrando al espectador un espléndido escenario de más de casi cuatro décadas de historia de los EEUU.
Me ha llamado la atención la mesura y lo atemperado de la dirección de Scorsese, mucho más pausado en su dirección que en otras ocasiones, como si se hubiera tomado esta película como su obra definitiva. Las escenas están medidas al milímetro, y además, las muestra al espectador con parsimonia, como si las estuviéramos viendo a tiempo real, alejándose un tanto de la velocidad casi documental con la que ha rodado en otras ocasiones. Su capacidad de manejar la cámara sigue siendo uno de sus puntos fuertes y, en esta ocasión, se regodea en los planos y secuencias sin prisas, con la conciencia de que todo detalle es importante para la historia y por tanto, para que el espectador. Por supuesto, la ambientación resulta magnífica y presencialmente omnipresente, siendo acompañada del folklore musical habitual en las películas del director.
Pero vayamos a lo importante de esta producción, que es quizás, la presencia de tres grandes del cine norteamericano, como son Robert De Niro en el papel de Sheeran, Joe Pesci como el mafioso Russell Bufalino y Al Pacino en la piel de Jimmy Hoffa. Cada uno en su papel, realiza unas interpretaciones majestuosas, comedidas en los dos primeros y algo más exageradas en el caso de Pacino, pero con todo, todas magníficas. Se habla de los retoques digitales que se han realizado en el personaje de De Niro, para rejuvenecer al actor en parte de la película. A mi, sinceramente, no me ha molestado lo más mínimo. Más allá de esto, todos conocemos al actor, sus gestos, pausas y vacilaciones modales en su interpretación y, aunque es cierto, que quizás es el que menos destaque de los tres, su trabajo en la película es notable. Al Pacino, siendo mi favorito e intentando ser lo más objetivo posible, interpreta a Hoffa con todas las excentricidades del personaje, en una labor a la que el actor siempre añade sus propios gestos y estilo. Hoffa es mucho Hoffa, y en ningún momento le viene grande este personaje a Pacino, en absoluto. Otra cosa es Joe Pesci, quizás el que realiza una actuación más comedida, calculada.. hasta tal punto que cuesta reconocerlo, especialmente si tenemos en cuenta interpretaciones tan extraordinarias y sobredimensionadas como en sus papeles en Uno de los nuestros, por ejemplo. En esta ocasión sorprende su maravillosa interpretación contenida y especialmente madura, señalándole sin duda como un claro pretendiente a ganador al Oscar al mejor actor secundario del año.
Para mí ha sido un auténtico disfrute paladear esta película, obra madura del director, mediante la que narra la vida de un personaje que ha sido testigo mudo, fiel, pero solitario, muy solitario, de una época que protagonizó la historia de los EEUU, desde los años dorados del crimen organizado, hasta el ocaso de aquellos personajes que dominaron parte de la política del país. Y ese ocaso, ese colofón de soledad que mastica y sufre Frank Sheeran en el tramo final de la película, parece nutrirse de cierta visión de tranquilidad, serenidad, pero también de culminación de un director vivo, como Scorsese, que tiene el honor de ser uno de los grandes clásicos del cine, ofreciéndonos una grandísima película vital y llena de experiencias. No os dejéis llevar por las malas lenguas que hablan de su extensión desmedida, del uso de los adelantos digitales, ni de su aparentemente complicada trama... El irlandés es una película ya clásica, que ahonda en asuntos tan mundanos como humanos y que lo que cuenta, forma parte de la historia, no solo de los EEUU sino también, desde ahora, de la historia del cine.



4 comentarios:

  1. hace rato que quiero verla y como vos, me gusta mas en cine aunque ya se haya perdido esa oportunidad. La duración nunca importa si la película es buena. También mi favorito es Pacino pero los demás sabemos que son excelentes.

    Espero que me encante! felices fiestas!

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    1. Bueno, en cine ha habido muy pocas ocasiones de verla por tratarse de un producto de Netflix y en mi ciudad no se estrenó en pantalla grande.

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  2. Me gustó mucho. No se me hizo larga y disfruté mucho con Pacino haciendo de Hoffa. Quizás la edad de Robert De Niro no le hace creíble en las escenas de joven.

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    1. A mí me parece un peliculón con un pedazo de montaje. Una de las grandes de Scorsese.

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