La trama de la última novela de Maggie O´Farrell gira alrededor de la cuasi desconocida figura histórica de Lucrecia de Medici. Una de sus hermanas mayores, María, estuvo prometida en matrimonio con Alfonso, el heredero de la casa de Ferrara. Sin embargo, María moriría antes de desposarse con Alfonso, por lo que Cosme II de Florencia decidió prometer formalmente a su hija pequeña Lucrecia, con apenas trece años. Casó en Santa María Novella, y partió en 1560, recién cumplidos los quince y ya mujer, en dirección a una tierra desconocida para ser tomada como esposa por un hombre que le sobrepasaba en años y de quien apenas sabía nada. Un año después moriría tras cumplir los dieciséis años.
Narrada en primera persona desde el punto de vista de la protagonista, esta novela ahonda en los sentimientos, deducciones, miedos y esperanzas de una niña arrancada de su hogar para convertirse en la mujer de quien espera alargar su dinastía como señores de Ferrara y su territorio. Y es en este contexto, en esta visión cercana, sencilla pero profunda de Lucrecia, mediante el que el lector es testigo de su incredulidad y sus experiencias ante la realización de un futuro no elegido por ella. Su función como hija de una gran familia italiana como los Medici, es ser promovida y propuesta para conformar fuertes y duraderas alianzas con otras importantes casas dinásticas italianas y europeas. Su capacidad de elección, tal como nos va mostrando en su largo deambular en una vida corta y desgraciada, es absolutamente nula. Es en este hecho donde ahonda la autora, mediante una literatura incisiva en lo humano y sentida en lo femenino, en su profundización en el destino inmutable de la mujer en la antigüedad, aun encontrándonos en pleno Renacimiento, en donde la educación y la formación de ciertas herederas de familias dinásticas y nobles, gozaban de cierta premisa. Por desgracia, su función, una vez casada, esta ligada a la obediencia y a la generación de un heredero varón.
No puedo dejar de apuntar, tal y como lo cuenta la autora al final de la novela, que nos encontramos ante una obra de ficción. Los personajes históricos aparecidos son reales, así como los hechos importantes acontecidos son muy cercanos a la realidad, salvando solo algunas fechas y situaciones, modificadas por O´Farrell para cuadrar mejor en la novela. Sin embargo, todo lo contado podría haber sucedido. Con esto juega y acierta la autora, poniendo voz a aquella chiquilla vapuleada por su destino, en un juego de ficción localizado en un contexto histórico real, que aporta más lustre e interés a una historia, desgraciadamente muy común en nuestro pasado, en el pasado de la mujer, más aún, de esa mujer con un destino preestablecido por su entorno. La incisión que presta la autora en la soledad de la protagonista, en su visión de lo que le va sucediendo a su alrededor, como protagonista y, aún así, como mera espectadora de los hechos que le acontecen, es el pilar principal de una historia conmovedora por su fondo y forma.
Un fondo sustentado en un personaje histórico pleno de legítima presencia, y una forma, bien revestida por una literatura sin tapujos y, por momentos, casi poética, de quien ya es veterana en provocar emociones y acercar al lector sentimientos a flor de piel, embrujos pasionales y un noble compromiso con sus personajes. La novela se lee de tirón, en base a un lenguaje cercano y, sin embargo, por momentos, casi lírico. Los paisajes, las pasiones y lo cotidiano se narran con un gusto literario refinado y cuidado, que agarra al lector sin remedio, hasta sentir casi carne con carne, los sentimientos y las reacciones de su protagonista. Además, creo que es importante puntualizar que la escritora ha construido una buena ambientación del periodo histórico representado. Las decoraciones, los personajes, los lugares, incluso los modos y las relaciones entre los actores y actrices de su novela, cuadran bien con la época descrita, sin que llamen especialmente la atención factores que puedan salirse de contexto o chirríen especialmente. No es el caso, la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.