"Capricornio Uno"

 

¿Qué sucedería si en plena cuenta atrás en el lanzamiento de la primera misión tripulada a Marte, se decidiera sacar a los tripulantes del módulo debido a un error en los trajes de supervivencia descubierto desde hace un par de meses e imposibles de solucionar para el día tan esperado por todos los estadounidenses? En base a esta trama, Peter Hyms construyó en 1978 una inteligente y sorpresiva película de suspense y conspiraciones, en la que los grandes lobbys económicos influyen en la política de la carrera espacial de los EEUU.

No es casual que en aquellos años, la carrera espacial a Marte fuera algo lejano y casi inimaginable, cuando hacía solo seis años del último viaje a la Luna. En todo caso, la peli podría extrapolarse al caso de estos viajes y una posible conspiración para engañar al público que, tan de manera directa, siguió por la tele la llegada de Amstrong y sus compañeros a la Luna. En todo caso, la línea argumental de Capricornio Uno navega alrededor de cómo desde la NASA podría ocultarse el hecho de que la nave que viaja a Marte no lleva tripulación y cuáles serían las consecuencias irremediables de una posible filtración de la noticia o un cambio brusco en la definición de la misión en su fase final. La conciencia de los astronautas, la falta de ética y moral de quien lo organiza, las consecuencias delictivas del proceso y, sobre todo, el entorno de presiones económicas al respecto de los proyectos espaciales, sobre el presidente de los EEUU y los responsables de la Nasa, para el caso de que la misión fracasara estrepitosamente, son considerables factores que intervienen en este interesante film.

Por otro lado, sus interpretes representan un elenco muy conocido en en los medios cinematográficos y televisivos estadounidenses de finales de los años setenta y muestran con oficio notable en sus papeles.  Elliot Gould, desde su intervención en M.A.S.H. era un actor bien conocido. James Boslin sería archi conocido por su posterior intervención en la serie Hotel. Qué decir de Sam Waterson, ese actor que sorprendió al mundo con su papel en Gritos del silencio. Además cuentan con la participación del entonces famoso O.J. Simpson, del veterano Hal Holbrook, de David Doyle, el conocido Bosley de Los ángeles de Charlie y Robert Walden, aquel periodista de la archi famosa serie Lou Grant, además de la cortísima aparición del gran Telly Savallas. En definitiva, un elenco suficientemente interesante para una película de género conspirativo y en la que el suspense domina la escena, de principio a fin. Un producto que tiene las típicas debilidades de algunas películas de los años setenta, pero que merece un visionado... o así me lo parece.