"Las Guerras Apaches. Polvo y sangre en la última frontera del salvaje oeste" - Paul Andrew Hutton

 

Desperta Ferro ediciones ha publicado en los últimos años dos grandes ensayos dedicados al universo nativo y su superviviencia en los EEUU. Me refiero al exitoso La Tierra Llora y a Tecumseh y el Profeta, ambos escritos por Peter Cozzens. Pues bien, en esa estupenda línea editorial, este año le ha tocado a esta magna y entretenidísima obra, escrita por Pau Andrew Hutton, dedicada a las Guerras Apaches. Muchos de nosotros mantenemos en nuestra memoria cinematográfica estupendas películas como las englobadas en la Trilogía de la Caballería de John Ford, La venganza de Ulzanna, Noche de los gigantes, Desaparicione y muchas otras, así como estupendos relatos escritos por James Warner Bellah publicados por Valdemar/Frontera, e incluso la serie de cómics dedicadas al sargento Mac Coy de quien la editorial Ponent Mon publicó hace pocos años una reedición de su colección editada en los años setenta y ochenta.

Pues bien, el libro que hoy reseño se ocupa de trasladar al lector los casi treinta años de guerra que enfrenaron a los distintos clanes y familias de la nación Apache, contra mexicanos, buscadores de oro, granjeros y ganaderos, exploradores nativos y las tropas de los EEUU. Todo se concentraba en una zona geográfica denominada como la Apachería, localizada justo en el punto de encuentro entre los estados de Arizona y Nuevo México de los EEUU, y México. Una de las características especiales de los apaches, era precisamente su movilidad entre fronteras, lo cual dificultaba enormemente su control y búsqueda. Incluso cuando se concentraban en un determinado momento las reservas donde fueron ubicados por la administración estadounidense, resultaba extremadamente difícil mantener el control de sus habitantes, por la capacidad que tenían de trasladar a unos pocos jinetes y sus familias por un territorio lleno de cañones, colinas, desfiladeros y tierras complejas de abarcar. Además, a pesar de que los clanes y familias apaches tenían relación entre ellas, no formaron grandes coaliciones  para luchar contra mexicanos y blancos. Sus ataques eran rápidos y sangrientos, dejando una estela de terror y sangre allá donde se dirigían. 

Era un pueblo especialmente orgulloso. Contó con pocos pero importantes líderes guerreros como Mangas Coloradas, Cochise, Victorio y Gerónimo, entre otros, quienes encabezaron puntualmente las alianzas y las guerras que tocaba liderar según el momento en que se encontrara su pueblo. Muchas veces dependían de sus diversos interlocutores. Su odio y enfrentamiento con los rurales y con el ejército mexicano era ineludible y venía de antiguo. Sin embargo, respecto a los EEUU, tuvieron momentos diversos y personajes con los que era posible parlamentar y entenderse, y con otros en los que la traición y la guerra fue algo ineludible. Los intereses mineros y territoriales por los tierras que habitaban fueron objetivo de un país todavía en crecimiento. De la misma manera, la relación con el hombre blanco no fue la mismo antes de la Guerra Civil estadounidense, que durante la misma o después de ella. Cada administración, cada mando militar e incluso, cada agente indio al que le tocó lidiar con los asuntos apaches, promovió la paz o provocó la guerra, debilitando paulatinamente su número y capacidad de lucha. 

Paul Andrew Hutton realiza una somera revisión de los personajes y hechos que forman parte de la historia de este pueblo y su conflicto con EEUU y México. Es cierta, en gran manera, lo que se cuenta sobre su sanguinaria manera de luchar y castigar a sus prisioneros, pero también hay que decir, que temas como el famoso corte de cabelleras, se debe responsabilizar a los mexicanos en su afán por recompensar las bajas de todo tipo de apaches, sean hombres, mujeres o niños. Cierto es que los diferentes líderes apaches, realizaban extensas partidas guerreras con el afán de robar ganado, caballos, armas y municiones, en las cuales dejaban a su paso un reguero de muertes que llamaron mucho la atención a la administración de los EEUU y activó en numerosas a su ejército. El mito generado sobre sus líderes, nombres super reconocidos en la actualidad, no solo se debía a sus enfrentamientos con el hombre blanco, sino también a su capacidad para liderar un pueblo complejo por su idea del honor y la venganza, permanentemente en movimiento y difícilmente de conciliar con el avance de colonos, mineros y buscadores de oro. 

Hutton aborda también la posición preeminente de exploradores, mestizos, traductores mexicanos e incluso multitud de apaches que intervinieron de manera muy importante en la guerra en el bando estadounidense. Precisamente uno de ellos, Mickey Free, resulta ser el hilo conductor que utiliza el autor para encauzar un libro lleno ritmo, emociones, cabalgadas, tragedias y no poca política. Secuestrado por los apaches en una granja cercana a Tucson, este personaje servirá a los EEUU como explorador, agente, espía y traductor, a los largo de muchos años, de los que paralelamente se van ramificando historias trascendentes en el periplo de las Guerras Apaches. Llama la atención el servicio que realizaron cientos de apaches como exploradores del ejército estadounidense. Algunos de ellos se revelaron contra sus mandos provocando un auténtico enfrentamiento civil entre clanes y sus miembros. Estos hechos y muchos más, convierten la lectura de este libro en un continuo relato en el que historias de cabalgadas, huidas, persecuciones, combates y parlamentos, se reúnen para atrapar la lector sin remedio. Todo ello, para completar a partir de los años ochenta hasta los noventa del siglo diecinueve los últimos años de la lucha por la supervivencia del pueblo apache, su declive y restricción en reservas, muchas veces administradas corruptamente, hasta su rendición final y exilio obligado a tierras lejanas, en una guerra llena de épica y mística, salpicada de sangre, polvo, barro y sobre todo, rebeldía y traición sin límites.