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martes, 8 de septiembre de 2020

"The Sinner" - Temporada 3

La tercera temporada de esta serie ha hecho que recuperara el interés por un producto que me perdió en su segunda entrega. Si bien la serie empezó con buen pie de la mano de una primera temporada en la que la persona en la que se ponía el foco de la investigación del detective Ambrose, esta encarnada por una fantástica Jessica Biel, la segunda temporada me perdió por completo. En esta última entrega, protagonizada de nuevo por Bill Pullman en el papel del detective de Dorchester, se plantea un nuevo y extraño caso de la mano de un enigmático y psicologicamente complejo personaje, encarnado por el actor Matt Bomer. Y en esta ocasión la trama sí que me ha atrapado desde el primer capítulo hasta el último.
Un accidente de tráfico en el que resulta fallecido el conductor y sobrevive el acompañante llama la atención de Ambrose. Los tiempos no cuadran con la declaración de Jamie, personaje interpretado por Bomer. La estrecha y compleja relación de éste último y el fallecido, va surgiendo ante las indagaciones del detective, provocando un interesante y tenso pulso psicológico entre ambos personajes. En esta trama nos encontramos con las consecuencias de lo que puede suceder cuando una personalidad fuerte y dominante domina a otra persona y las consecuencias mentales que surgen como consecuencia de este tipo de amistades destructivas. Los juegos de rol y la consecución de extrañas metas domina el pasado del sospechoso. Ambrose, en su doble faceta de detective y alma que vive en pena, no solo pretende solucionar el caso, sino que además busca de alguna manera, resarcirse de sus problemas personales interviniendo de manera personal y con su habitual compromiso, en la recuperación psíquica de Jamie. Todo ello le provoca no pocos problemas, tanto en su trabajo ,como en la difícil relación con su entorno laboral y familiar.
Esta nueva temporada vuelve a mostrar el intereses de los creadores de The Sinner por poner su foco de atención en casos relacionados con complejos casos en los que la psicología es el centro de los sucesos investigados. Personajes con taras emocionales, un pasado sacudido por difíciles relaciones o una infancia difícil o violenta, marcan los casos del compungido Ambrose. En mi opinión, esta temporada recupera la calidad de la primera. Bill Pullman tiene dominado a su personaje y lo plantea con seguridad, y en esta ocasión la propuesta de Batt Bomer para encarnar a su extraño y psicótico personaje funciona bien. Es cierto, que la serie quizás se alarga un tanto en su afán por mantener el suspense y la tensión, y también es cierto, que la trama no nos resulta del todo novedosa. Pero no se le puede negar a los creadores de la serie, un esfuerzo por ensamblar un argumento coherente e interesante para el espectador. Y por lo que parece, habrá cuarta temporada, que no es poco en una época en la que la competitividad en el mundo de las series es a vida o muerte. 



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